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57 la Madre del Redentor no viene a llenar de gozo su pecho y su corazén: jpero qué dulce consuelo es gozar como goz6 de aquella visién tan bella, y morir llena de uncidn, besando la noble imagen de la que tanto adoro. Incrédulos que fundis las cosas €n un crisol, y que tomais por escoria lo que es oro superior: si habéis leido los versos de aqueste vate ramplén y el aguijén de saber en vuestra carne se hundid, rezad 4 la Inmaculada aprended mi religién y gozaréis los consuelos del mas infinito amor. iQue es dificil que un incrédulo se convierta? jc6mo no? Ante Ja Gruta de Lourdés todos sabemos que hoy lo dificil para el hombre es muy facil para Dios! Fevire A. DE LA CAMARA. COMES