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56 quiere volver otro dia; mas su padre con ardor aunque con buenas palabras se opore 4 su pretensién. Ir, es desobedecer a su padre y su sefior: no ir, era pecar para con tan celestial visién. Mas de improviso, arrastrada por el angel del Sefior cual paja que impulsa el viento ante la Gruta se vi6... sDices que no te lo explicas? sque no es posible, lector? lo imposible para el hombre es posible para Dios. Pero un dia jtriste suerte! Bernardita nada vio... sPor qué? jDesignios secretos de tan Supremo Hacedor! quiere ver si es firme fé la de nuestro corazén, y si, atin sufriendo le amamos, siempre dice: ;Zuyo soy! Lloraba la Bernardita por su triste decepcién... pero “orar-es rezar, segtin opina un autor. jQuién habia de decirla que la celeste visién habia de deslumbrarla mas veces con su fulgor! Luego, humilde religiosa, (pues del mundo se apartd) quiza siente que a su vista