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Dr \) Dr ( NO’ AL SEANG El Beato Diego José de Cadiz, CAPUCHINO, APOSTOL DE ANDALUCIA, 24 DE MARZO. aK AbIz, el puerto mas concurrido y la ciudad mas bella de la G hermosa Beética glorfase con razén de haber visto nacer en 1743 4 un nifo llamado entonces José Francisco y que mas tarde ves- tido con el humilde sayal capuchino habia de hacer estrem ecer con la fuerza de su palabra las provincias de Espafia. Prevenido con todas las bendiciones del cielo para ser un Apdstol en los modernos tiempos, muy pronto conocieron sus afortunados padres que las inclinaciones del nifio sdlo eran para la virtud. Su caracter bueno y docil, su corazén naturalmente recto y sencillo robaron el corazén y el carifio de su padres, los cuales se esforzaron en darle una educacién conveniente a su cardcter. Cuando apenas contaba doce afios le pusieron sus padres en el colegio de una Comunidad religiosa, pero aunque mostraba suma docilidad junto con una aplicacién poco comun en jovenes de aquella edad, la cortedad de su talento y la casi ninguna aptitud para el estudio le hicieron volver 4 casa de sus padres. Vivian entonces estos en Ubrique, en donde tenian los padres Capuchinos un con- vento, y como nuestro joven sentia inclinacién especial para la virtud, iba todos los dias 4 misa 4 dicho convento y ayudaba en ella 4 los Padres con grande contento de su alma. Con la mucha confianza que cobré 4 aquellos Padres, le dieron éstos para que las leyera las vidas de algunos Santos de su Orden, San Fidel de Sigmaringa, San José de Leonisa y el V. P. José de Caravantes y su lectura causé en el corazén de José tan fuerte impresién que se dedicéd por completo 4 la piedad, 4 la oracién y ejercicios de mor- tificacidén con el vivo deseo de ser como aquellos varones aposto- & a