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j t ; § ee e ‘ ' sapere SPF hee TS me e a naey morris meee pert ntein ane net ttettines epee ra Sey emt es gre pe 90 edro Crisdlogo y San Bernardo, principalmente, trabajaron en pro pagar las glorias y singulares prerogativas de San José; y sin embargo, preciso es confesar que el culto de San José, individual- mente considerado, no tomé mucho incremento hasta estos ultimos siglos. Y ;quiénes han trabajade en propagar su devocidn en la Iglesia del Occidente? Todos los catdélicos, y sobre todo las érdenes religiosas; pero en especial los hijos del serdfico Padre San Fran. cisco de Asis. Ellos, trajeron de Oriente 4 Occidente esta devocién: ellos extendieron los Siete Domingos 4 San José, hermosa devocidn revelada en las costas de Flandes 4 dos hijos del Serafin llagado; a ellos es debida la fiesta y oficio del Patrocinio de San José: y a los Franciscanos Capuchinos, en fin, ha concedido la Santa Sede el privilegio de imponer el escapulario de este bendito y dichoso Patriarca, y de poder delegar 4 otros para que lo impongan. Y para que se vea mejor que los Franciscanos han sido entu- siastas propagadores del culto y devocién del humilde artesano de Nazaret, bueno serd aducir algunos datos mds particulares [I] Ca- pitulo general celebrado en Asis en 1399, impuso 4 toda la Orden la obligacion de celebrar todos los afios la fiesta de San José, fiesta que algunos conventos-y provincias venian celebrando por su parti cular devocién. En el Capitulo general de Salamanca se fijé el dia 19 de Marzo para esta fiesta; y el gran Cardenal Cisneros, precla risimo hijo de San Francisco, mand6 que se reconociese esta fecha en toda .Espafia; y mas tarde el Cardenal Quiftones de Luna, Franciscano también y reformador del Breviario Romano, autori- zado para ello por el Papa Clemente VII, extendid esta misma fecha de 19 de Marzo a toda la Iglesia. El Franciscano Sixto IV fué el primer Pontifice que aprobo el oficio de San José, y Sixto V también de la Orden serdfica, erigid una Sede episcopal, en aten cién 4 la Santa Casa de la Sagrada Familia que en Loreto se venera. Pero entre todos los Franciscanos uno de los que mas se dis- tinguieron en la propagacion del culto de San José, fué San Ber- nardino de Sena. Este gran apédstol de Italia, no sdélo defendia que el casto esposo de Maria, fué santificado en el vientre’ de su madre y trasladado en cuerpo y alma al cielo, sino que fueron también confirmadas éstas sus doctrinas visiblemente por el cielo; pues, un dia que estaba predicando sobre las glorias y singulares prerogativas de San José, todo el auditorio pudo contemplar una luminosa cruz sobre la cabeza del santo. A San Bernardino de Sena le sigue el venerable Bernardino iE ea ek aE ho ioe eae Bb 5 vase
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