BCCPAM000524-1-33000000000000

36 una mujer á otra; una Madre llena de cariño, á otra que rebosara en crueldad; y una Hija inocente y sumisa, á otra pecadora y altiva, para que reparase aquella los daños que causara el primer hombre, y venciese con su humildad y candor al enemigo cruel, que sedujera á la primera mujer. Tan magnífica como todo esto se de- muestra la sabiduría del Padre, al elegir á María para Hija suya y para Madre nueva de la humanidad, reem- plazando madre por madre; la prudente, en vez de la fátua; la humilde, en vez de la soberbia; la inocente, en vez de la maliciosa; la que produce frutos de vida, por la que los dió de muerte; la que engendra dulzuras ine- fables, en lugar de la que dió veneno y corrupcion *. ¡O bondad, ó dignacion del Altísimo! Despedazábase de rabia el espíritu maligno, al contemplar las altas pre- rogativas y los nobles destinos de la humanidad, no pu- diendo tolerar en su orgullo que el hombre se asemeja- se á Dios en las virtudes, ya que llevaba su imágen im- presa en el alma; con malicia cruel le sugirió la rebelion contra Dios, y el hombre ingrato al Criador, é inhuma- no para con sus hijos, quiso parecerse al demonio, siendo como él altivo, orgulloso, y prevaricador. Pero como n0 hay sabiduria, no hay prudencia, no hay consejo contra el Señor *, por mas que se precipitase el hombre por su malicia, nada consiguió Satanás contra los de- signios de la misericordia divina: porque entonces fué cuando estos se manifestaron con toda su gloria; y la bondad de Dios apareció infinita en su esencia, é inago- 1 Redditur fomina prudens pro fatua, humilis pro superba, que pro ligno mortis gustum tibi porrigat vite. (Div. Rernard., Serm. 1, super Missus est. 2 Non est sapientia, non est prudentia, non est consilium contra Dominum. (Prov., cap. 2], v. 30.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz