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262 el Corazon de María, desde el primer momento de su Concepcion? Era este de una naturaleza singular y única, que no podia convenir á ninguna otra criatura racional, fuese esta un ángel, ó fuese un hombre: por- que Dios la tenia predestinada á ser su Madre, y así como la habia de enriquecer en los cielos con una gloria singular, superior á la de los serafines, así tambien pro- curó prevenirla en la tierra con una gracia especial, que la preparase á aquella dignidad inefable, de concebir, siendo Virgen intacta, y de parir al propio Hijo de Dios, quedando Virgen incorrupta *. Cuál fuese la naturaleza de este amor, lo descubrió la Virgen María , en la pregunta que hizo al ángel que la anunciaba el misterio de la Encarnacion. Porque, an- tes que esta Virgen sagrada engendrase en su seno al Verbo divino, lo habia concebido en su Corazon, aseme- jándosele en las virtudes, que este habia de practicar cuando se hiciese hombre: y como él mismo se prepa- raba en María una Madre digna de su grandeza, la hizo humilde, porque habia de nacer de ella el que es manso y humilde de corazon; y la hizo sin mancilla, para que diese el sér al que es Santo é Inmaculado por esencia, Habian sido tan fecundas en el Corazon de María estas semillas de humildad y pureza' que habia arrojado en él el Espíritu Santo, que al ser interpelada por el Em- bajador celestial, pidiéndola su consentimiento á la Ma- ternidad divina, descubrió en sus respuestas, que mere- cia dar el sér temporal al Rey de los humildes, al autor de la pureza. ¿Quién se detendrá en la consideracion del diálogo que medió entre la Virgen María y el ángel Gabriel, sin quedar atónito de tan profunda humildad, y enamorado de tan singular pureza? ¿Quién no recono- 1 Div. Bern. Homil. 2. sup. Missus est.
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