BCCPAM000524-1-33000000000000

253 amais, reconociéndose indignos de vuestra proteccion y ternura, por haber ofendido tantas veces á aquel Dios de bondad, quien, para mostrarnos su infinita caridad, quiso hacerse hombre y morir en una cruz. Mas ya que en premio de aquella conformidad de sentimientos y deseos que tuvísteis, ó Virgen sagrada, con el Corazon de Jesus vuestro Hijo, éste os dió los tesoros de su mi- sericordia, y Os hizo refugio y amparo de los mismos pecadores, dignaos elevar al trono de la Divinidad nues- tro arrepentimiento y dolor por las culpas pasadas, y alcanzarnos la gracia necesaria, para meditar con fruto y utilidad, las admirables virtudes que ejercitásteis en vuestra vida, á fin de que, Imitándolas nosotros, merez- camos ser objeto de vuestra ternura maternal en este mundo, y participes de la gloria, que Dios tiene prepa- rada para los que os aman y veneran, en el otro. Así sea. En seguida se hará la siguiente meditacion sobre los sentimientos del Corazon de María en el momento de su inmaculada Concepcion. Eran por cierto admirables, y llenos de amor y de misericordia, los.designios que Dios tenia desde la eter- nidad sobre el hombre; pues determinó criarlo para que conociera la grandeza infinita de su Criador, lo adorara, lo alabara y bendijera por sus beneficios, hechos todos gratuitamente, lo tuviera siempre presente, temiera su justicia, implorara su omnipotencia y misericordia, amara su hermosura, observara sus preceptos, y glori- ficara en todas sus obras á tan benignísimo Padre en esta vida, para cambiar esta misma vida con otra infi- nitamente mejor en el cielo, sin conocer ni las tribula- ciones de la peregrinacion, ni los horrores del sepulcro. Y para que el hombre llegase á tan asombroso destino,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz