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vía mucho mas las que contrae con el Hijo de Dois; pues se identifica María con él en el objeto y fin de to- das sus acciones; porque, así como el Padre es el prin- cipio de las operaciones divinas, que Jesus ejerce en la naturaleza divina, en lo cual es igual á él, así María es tambien el principio de cuantas acciones consuma en la naturaleza humana, por haberla tomado de ella, y ser los dos de la misma sustancia. ¡Oh qué unidad deaccion y de ideas resulta entre Jesus y su Madre! Por cuanto Jesus no procede de sí mismo, sino del Padre, no busca en nada su propia gloria, sino la del que lo engendra eternamente *: luego, estando ligado Jesus á María en la naturaleza humana , con los mismos vinculos de pro- cedencia y filiacion, que tiene con su Padre en la divi- na, aquella no puede buscar, aun en la mas mínima de sus acciones, su gloria personal, sino la de su Hijo; pues aunque sea ella anterior á él en la naturaleza hu- mana que le ha dado, es él eternamente anterior á ella en la divina, que tiene de su Padre. Así, desde que Ma- ría engendra al Hijo de Dios, no la anima otro pensa- miento , sino el de buscar en todo y por todo la gloria de aquel. Y ¿cómo pudiera suceder de otro modo? Iba el Hijo de Dios á ejecutar en la naturaleza humana que tomaba , las obras mas inefables de su omnipotencia y amor infinito; y nada podia hacer, sin que María le diese el cuerpo tomado de su cuerpo, y la sangre tomada de su sangre, para combatir con el primero contra el ene- migo, y para lavar al mundo con la segunda ?. Desde 1 Ego enim ex Deo processi et veni: et est Pater meus, qui glorificat me. (Joann. 8. 42: 54. 2 Pretium redemptionis Christus persolvit: sed hwc mulier dedit ¡lli unde solveret. Ipse Redemptor est, sed ab illa accepit unde redimeret. (Div. Thom. á Vill. Serm. 1.de Assumpt.)