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el medio y el fin de todas las gracias *, no viniendo una sola del cielo á la tierra, sin que pase de Dios á Cristo, de Cristo á la Virgen, y de la Virgen á nosotros ?. ¡Con qué ternura las pide y las dispensa al justo, para que persevere en el servicio del Señor! ¡Gon qué solicitud las alcanza y las envia al pecador, para que, aun en medio de sus extravíos , se acuerde de que ha sido santificado y redimido con la. sangre-de su Hijo, y engendrado en las entrañas de su amor, y vuelva en sí, y se convierta y sea salvo! No tenemos bastante en verdad con un corazon, para amar al Señor y agradecerle este beneficio inmenso que nos ha hecho, dándonos por madre á su propia Madre. ¡Ah! Los que se condenan, no echen'á nadie mas que á sí mismos la culpa; porque Dios les ha descubierto en po tanto, que tenemos la dicha de ser el objeto de la solici- su Madre todos los tesoros de su amor. Nosoti tud maternal de María, conduzcámonos para con ella como verdaderos hijos, cumpliendo con las obligaciones que contrajimos, al ser regenerados en las aguas del bautismo, pues en esto consiste la verdadera deyocion á María. Detestemos de todo corazon esos libros impu- dentes, en que los herejes y los impíos publican sus doctrinas infernales contra la Virgen sin mancilla; y huyamos de la intimidad con aquellos, que con sus pa- labras ó malos ejemplos, nos quieren apartar de la devo- cion tierna y filial, que debemos tener á la que llevó en t Omnium bonorum initium, medium et finis. (Div. Joan Damasc. or. 1. de Dormit. Virg. 2 Omumis gratia, que htic mundo communicatur, triplic habet processum: nam á Deo in Christum, á Christo in Virgi- nem, á Virgine in nos ordinatissime dispensatur. (Div. Bern Senen. Serm. de Nat.