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161 modo el haber podido ejercer su omnipotencia en el seno de la Virgen. Todo esto en verdad es admirable; pero, una excelencia hay en San José, que no solo lo constituye en un estado de dignidad singular, sino que le da una dicha inefable, y es que, entre todos los seres, es despues de Dios el único que vive en el Corazon de María , y á quien esta castísima Señora ama con ternura de esposa. Era María aquella muger fuerte, en quien su esposo pondria toda su confianza, y de quien este recibiría prez y nobleza, y á la cual prodigaria justas alabanzas , lla- mándola en union de sus innumerables hijos , santa y bienaventurada *. Era José aquel varon aclamado feliz por la voz inefable de Dios, por haberle cabido eh suerte una muger, no solamente buena ?, sino la única. en quien la bondad era connatural á su existencia. Dios habia predestinado á estos dos seres á una union santa é inmaculada, dándoles un corazon animado de los mis- mos sentimientos de pureza, abrasado en los mismos ardores de caridad divina, y movido por las mismas as- piraciones: de tal manera, que entre todos los hombres solo el corazon de José era digno del afecto de María: y entre todas las mugeres solo María tenia un Corazon. cual convenia al amor de José. Así, apenas el cielo de- claró por medio de prodigios, que este justo debia ser el esposo de María, esta lo amó por simpatía, porque halló en él el primer ángel en carne; pues al dar su mano á la Reina de las vírgenes, renovó en union de ella el voto de virginidad , ofreciendo su cuerpo en holocausto 1 Confidit in ea cor viri sui..... Nobilis in portis vir ejus surrexerunt filii ejus et beatissimam predicaverunt, vir ejus, et laudavit eam. (Prov. cap. 31. v. 11. 2 et 28.) 2 Mulieris bone beatus vir. (Eccli, cap. 26. y. 1. 11

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