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151 tra Madre Maria, por quien Jesus es muestro her- mano.» * MÁXIMAS. El modo de perseverar hasta el fin en el amor de Dios, es no interrumpirlo jamás por ningun acto, ó afecto contrario á él. La perseverancia es la sávia de las virtudes y su consumación, la que nutre el mérito, la me- diadora del premio , la hermana de la paciencia, y la de- fensa de la santidad ?. Quien ame siempre á la Madre de Dios, amará tambien siempre á su Hijo, y procurará no ofenderle. AFECTOS, Dios te salve, Gorazon purísimo, de cuyo centro el Espíritu Santo tomó la sangre de la cual habia de for- marse aquella, que tiene la propiedad de engendrar vír- genes y producir todas las virtudes, Dios te salve, pa- raiso celestial , donde el Eterno Padre colocó al nuevo Adan, que nos habia de devolver la herencia, que nos quitó por su pecado el padre universal de nuestra natu- raleza. Tú eres, ó Corazon sagrado, una fuente inago- table de gracias y virtudes, que como fecundantes aguas riegan la Iglesia del Señor: tú produces frutos sazona- dos, que dan á quien los come, la vida y la inmortali- dad. Yo no quiero para mi alma mas jugo, que el que me dan los manantiales del cielo: ni suspiro por otra 1 Omnes gaudendo dicamus: Benedictus Frater, per quem Maria est Mater nostra: el benedicta Mater , per quam Christus est noster frater. (Div. Bonav. in Specul. cap. 8. 2 Div. Bernard. Ep. 129.

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