BCCPAM000522-4-48000000000000

JO - lo podrán conseguir,.por ser bienes que Dios ha puesto fuera de sus alcances. Resuélvete, pues, á conseguirla. Dite á ti misma lo que se decía San Agustín: «Lo que tantos y tantas han podido, ¿no lo podrás tú?» Y saca de esta pregunta aquella misma decisión que él sacó y que le hizo llegar á ser uno de los Santos más grandes de la Iglesia universal. El obsequio más grato que pue- des hacer á Jesús en su preciosa, veneran: da y milagrosa imagen del Santísimo Cristo de El Pardo, para cuya fiesta te estás pre parando; el modo de honrarle más práctica- mente, la manera de hacerte merecedora de que por ella oiga benigno y despache ge- neroso tus plegarias, es ésta: trabajar por imitar á Jesús en su santidad, procurar ha- certe santa. No hay vestido, por rico y sun- tuoso que sea, que así adorne y hermosee al cuerpo, como el místico ropaje de la san- tidad adorna y embellece y hace grata y gra- ciosa para con Dios á nuestra alma. Y es que, en hecho de verdad, vale y pesa más ante Dios un solo grado de santidad, por pequeño que sea, que la posesión de todos los tesoros, caudales y piedras preciosas, de todas las dignidades, de todas las ciencias y artes, de todos los gozos y pasatiempos del mundo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz