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30 Sobre todo, darás un paso muy positivo en el camino de la perfección, y que en breve tiempo te pondrá á mucha altura en la santi- dad, si deseas grandemente recibir al Señor “en la sagrada Comunión. Con alimento cor- poral crece, se desarrolla y se fortifica el cuerpo, y con alimento espiritual crece, se desarrolla y se fortifica el alma. Este espiri- tual alimento es la sagrada Comunión, me- jor dicho, es el mismo Dios, recibido en el Santísimo Sacramento. Y así como tener buen apetito es señal de salud; del mismo modo abrigar uno muchos deseos de recibir á Jesús en la Comunión, es buena señal, es indicio de hallarse el alma en estado de gra- cia, de estar bien con Dios, y de anhelar rea- lizar grandes progresos en el camino de la santidad. Para darte una regla fija y segura de la frecuencia con que has de comulgar, te traeré á la memoria lo que escribe sobre este particular San Francisco de Sales, que aun- que lo que dice es de otro autor de mucha nota, él lo hace suyo, y yo, á mi vez, lo hago mío: «Recibir todos los días la Comunión eu- carística, ni lo alabo ni lo vitupero; pero co- mulgar todos los domingos, lo persuado y encomiendo á todos, con tal que tengan su: alma sin afecto alguno al pecado.» Sigue este 4