BCCPAM000522-4-48000000000000
vd de su mala vida y prometer no volver á ella, otorgada á los mismos malhechores. La una y la otra son gracias extraordinarias que á nosotros no sólo nos deben causar admira- ción sino aliento principalmente para enco- mendarnos á este Santísimo Cristo en todos nuestros peligros del alma y del cuerpo. * ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO Dulcísimo Jesús, Padre amorosísimo de todos los hombres : ved aquí el más ingrato de vuestros hijos, postrado ante vuestra Efi- gie Sacrosanta, adorando humildemente vuestras sagradas manos, obradoras de tan- tas maravillas, dispensadoras de tantos be- neficios, traspasadas de duros clavos por mi amor, y esos brazos paternales por mí esti- rados enla Cruz: en ellos me arrojo en todas mis penas y tentaciones, con la confianza que un niño se arroja en los brazos de su pa- dre: no los retiraréis para dejarme caer. En esas manos benéficas depongo todos mis cui- dados ; á ellas entrego las llaves de mi cora- zón y potencias: en ellas esté siempre el ti- món de mi vida, para que gobernada mi bar- quilla por tan sabio piloto, pase con seguri- dad por entre los escollos de este mar bo-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz