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91 tengais firme vuestra fé y vuestra esperanza: ut non scandalize- mini: cuando llegue la hora de la persecucién y os arrojen de sus sinagogas y hasta crean que matandoos, hacen cosa grata a los di- vinos ojos: Absque synagogis facient vos: sed venit hora, ut omnis qui interficit vos, arbitretur obsequium se prestare Deo. Aberracién tan grande obedece tan solo al desconocimiento que tienen de Dios y de mi: Et hoc facient vobis quia non nove- runt Patrem neque me. Y otra vez vuelve el Salvador a reani- mar su fé-y que tengan presente en la hora aquella, de que todo se lo habia predicho: Sed hac locutus sum vobis: ut cum venerit hora, eorum reminiscamini, quia ego dixi vobis. * e Gel dia rentones de la_ historia Homilfa.—E| Evangelio del dia, tomado deS. Juan cap. XV, 26, ppg bem 4 29 y cap. XVI, 1-4, nos traza con admirables pinceladas Ja historia del Salvador y de su Iglesia, expuestos siempre a la rabia y furor de sus enemigos, combatida la divinidad de ambos por el mundo, el demonio y la carne, humillados y despreciados hasta la muerte mas ignomi- niosa, triunfantes siempre de las persecuciones, siempre inmortales por la virtud y el testimonio perenne del Espfritu Santo y de la inu- merable multitud de almas que se han santificado en el seno de la |- Padecimientos . 7 : 9 del Salvador, glesia y siguiendo las huellas de Jesucristo. Terrible es la persecucién que se levanta contra el Salvador, des- hecha la tormenta que sobre él se desencadena; las ptotesta#Yodas de la tierra, el poder sacerdotal con Anas y Caifas a la cabeza, el po- der romano con Pilatos, el poder judio con Herodes y hasta el po- der doctrinal con los fariseos, déciles instrumentos del demonio, le declaran la guerra y le prenden y le llevan de tribunal en tribunal y to azotan y escarnecen y lo coronan de espinas y lo condenan a muerte y le hacen llevar la cruz del suplicio y lo crucifican; y todo esto pen- sando que hacen un obsequio a Dios, con el pretesto de que conde- Lalgiesia siem- nan y ejecutan a un blasfemo. pre perseguida. Y la historia de Jesucristo es la historia de la Iglesia su Esposa, siempre perseguida y odiada de las potestades del infierno, vejada de mil maneras por los seguidores del mundo, crucificada en una pala- bra como Jesucristo. gNos dejarémos nosotros sus hijos dominar por jconcristo y la el desaliento? gtitubeard nuestra fé? oe aiee Escuchad el evangelio del dfa: os desterrarén de sus sinagogas, y Megara la hora en que el mataros sera juzgado como cosa grata a Dios. Os prevengo todo esto para gue no os escandaliceis, ni titubee vuestra fé. Y gqué prenda nos da del triunfo final? La primera es 1a venida /timeta prenda a meyer area