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84 pués del primer pecado, suprimié las gotas de felicidad que habia de- rramado sobre las cosas creadas para regalo del hombre, y sembr6é el dolor: in sudore vultus tui vesceris pane; y hoy os digo que el Sal- vador amante reunié cuantas cosas podian atormentar al hombre, se abraz6 con ellas, y con ese divino abrazo repuso Jas gotas de dicha Ejemplos delos 44e el pecado habia evaporado. Y asi nos dicen los Hechos de los Ton ‘ ou Apostoles: ibant gaudentes a conspectu concilii, guoniam digni habi- martires. sunt pro Christo contumeliam pati. Los Apostoles iban ante los tribunales, Ilenos de gozo, porque sufrian persecuciones y calum- nias por el nombre de Jesucristo (Act. ap. V, 45). Y nos cuenta San Pablo que no podia coniener el gozo y que su alegria se desbordaba en medio de los trabajos y de las cruces. Los Apéstoles y los marti- res y los confesores y los anacoretas y las virgenes son ftestigos abonadisimos de la dulzura inmensa que Jestisencerr6é en la cruz al pasar por ella, puesto que la prefirieron a todos los bienes y goces de la tierra. Segunda cosa He dicho que lo segundo que hace al dolor amargo y aborrecible we hace ©! ¢¢- es el privarnos de un bien que apetecemos; pero si el dolor, lejos de = 7. are privarnos del bien que apetecemos, nos lo pone en las manos, deja que se apetece, de ser dolor © por lo menos ha perdido gran parte de su dureza y a- margura y el hombre, lejos de huir de él, lo busca. Yo también puedo deciros como el Salvador a sus discfpulos: las cruces, los infortunios El dolor prepa- OS SON COnvenientes y atin necesarios para que el Espiritu Santo Popiriia ano! entre en nuestras almas, borre hasta las tiltimas huellas del pecado, ilumine nuestras tinieblas, fortalezca nuestras debilidades, encienda nuestros corazones con el amor divino, adorne nuestras almas con Similes de la Virtudes y dones celestiales, os haga herederos del cielo. Y sies de- medicina. —_ seable y apetecible la medicina, aunque sea amarga; y la amputacién : de un miembro, aunque sea dolorosa, porque son necesarias para Amputaciondel conservar o recobrar la salud gno seré apetecible y deseable-el dolor que prepara la venida del Espfritu Santo, lo introduce en nuestras al- mas? Si el oro, que informe y feo se halla en las entrafias de Ja tie- rra, tuviera discernimiento gno desearia que una mano bienhechora lo arrancase del lugar que ocupa, lo sometiese al fuego, Io puliese y colocase en la corona o en el cefro de los reyes? ZY no sera apeteci- La semilla ble y deseable el dolor que nos acrisola, nos purifica, nos pule y nos hace dignos de figurar en la corona y en el cetro del Rey de Reyes? Asi como la semilla que enterrais en los surcos de vuestras hacien- das, lleva consigo ya las flores que el dia de mafana hermosearén vuestros campos y los frutos que llenarén vuesiros graneros, y por eso no os da pena, sino consuelo y esperanzas el enterrarla en la tie- rra, as{ sabed que el dolor, por grande y angustioso que sea, lleva consigo, como en germen, la dicha, el consuelo, la felicidad, que son al dolor lo que las flores y los frutos a la semilla. Y si sobre esto re- E! oro.

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