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82 cato quidem, quia non crediderunt in me; primer resultado: con- vencer, demostrar palmariamente a los judios entonces triunfantes el grande error en que se encontraban, el pecado enorme de que se hacian reos, la desgracia de que se hacian victimas condenando a muerte al Salvador; de /ustitia vero quia ad Patrem vado et jam non videbitis me: segundo resultado: demostrar de la misma suerte la divinidad de Jesucristo, que El era el verdadero Mesias y no un impostor, como los judios pregonaban, y que si moria a ma- nos de estos, no era porque tuvieran algtin poder sobre El, sino porque estaba determinado que volviera al Padre y se ausentara de sus discipulos por algtin tiempo: de judicio autem quia prin- ceps hujus mundi jam judicatus est: tercer resultado: demostrar en fin la derrota total del demonio de quien los judios eran solo instrumentos, y victoria final de Jesucristo. Pasa después a enumerar otra clase de resultados que ha de tener la venida del Espiritu Santo, a saber, la ilustracién de sus inteligencias, la disipacién de las dudas que entonces les tortura- ban, el convencimiento intimo, la seguridad plena de las tres co- sas enumeradas anteriormente el error de los judios, la divinidad, del Salvador, !a reconciliacién del hombre con Dios y otras muchas verdades que el Espiritu Santo ensefia a los fieles: Adhuc multa habeo vobis dicere: sed non potestis portare modo, dado el estado de dnimo en que se hallaban. Cum autem venerit ille Spi- ritus veritatis docebit vos omnem veritatem: Teme el Salvador que estas sus palabras induzcan a error a sus discipulos y crean que el verdadero Mesias sea el Espiritu Santo que se les prometia como el triunfador definitivo, y no aquel hombre que terminaba su vida de modo tan ignominioso; y advierte a continuacién el. Senor que ese Espiritu Santo que viene a terminar su obra, esté intima- mente unido con El, no viene a predicar una nueva doctrina, sino la misma que El les ha ensefiado: Non enim loquetur, a seme- tipso: sed queecumque audiet loquetur, et qua ventura sunt annuntiabit vobis y en fin la misién del Espiritu Santo es_glorifi- car a Jesucristo porque viene a afirmat la misma doctrina: ///e me clarificabit: quia de meo accipiet et annuntiabit vobis. El Sal- vador revindica por ultimo la buena nueva como cosa suya propia, porque tal fué la misién que el Padre le confié, anunciar a los hom- bres la buena nueva del Evangelio: Omnia quacumque habet Pater, mea sunt. Propterea dixi: quia de meo accipiet, et an- nuntiabit vobis. eer ae ae

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