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El relato evan- gélico pintura exacta de la conducta de muchos cris- tianos. La alegria del Salvador en es- te triunfo im- parganda de risteza ir la defeccién de muchos de los que le aclaman. Causas de la defeccién de no os judios y ie muchos cris- tianos: aparta- miento de Je sis. 66 mabant dicentes: Hosanna filio David: benedictus, qui venit in nomine Domini: hosanna in altissimis. La frase Hosanna que equivalia a viva y las palabras eran la formula con que los ju- dios aclamaban a sus reyes. Este suceso tuvo lugar seis dias an- tes de la Pasién del Salvador. * * * Hom.—E\ relato evangélico de hoy, relato que ha sido repre- sentado en esa ceremonia que ha tenido jugar antes de la santa Mi- Sa, es una pintura exacta de lo que sucede todos los afios entre no pocos de nuestros cristianos. Las turbas de Judios acudieron al en- cuentro del Sefior, y nuestros cristianos acuden presurosos a las iglesias en estos dias santos de Pasién; les turbas se despojaban de sus vestiduras y las arrojaban a los pies del Sefior; nuestros cris- tianos se postran a los pies del confesor, se despojan de sus peca- dos y malos vicios, confesdndose y arrepintiédose de ellos; las tur- bas le proclamaron rey y por ende a obedecerle y acatarle siempre; y nuesiros cristianos proponen sinceramente, proponen con 1é- grimas en los ojos no ofender mas a Dios, obedecer su ley santa, te- nerle en adelante como nico duefio y sefior. Y como sonreia el dul- cisimo Salvador ante los transportes y aclamaciones y vitores de la turba, sonrie cada afio, sonrie el dfa de hoy ante los propésitos y promesas y juramentos de esos cristianos. Oid empero una verdad que hoy quiero revelaros, algo en Jo que no habeis parado mientes. Esa sonrisa del Salvador estaba entonces y esta el dia de hoy toda impregnada de tristeza, un observador atento hubiera percibido y per- cibirfa hoy las lagrimas tras el velo de la sonrisa, no sabria si rie o sillora y £ésto porqué?.... Es que prevefa la defeccié6n de muchos de los que entonces le aclamaban, su Iraicién y hufda al campo enemigo, es que preveia que habfan de pedir su muerte y muerte de cruz los que entonces le lla- maban su rey; como prevee ahora que muchos de nuestros cristia- nos que hoy confiesan y comulgan, quiz4 antes de una semana, han de volver al pecado, han de olvidar sus propésitos, quebrantar sus promesas, pedir su muerte, blasfemar su santo nombre. Aprendamos amados cristianos, de estos y de aquellos, aprendamos a permane- cer fieles al sefior durante todos los dias de nuestra vida; y para eso gravemos bien en nuestras mentes las causas de la traicién de aque- llos judios y de estos cristianos. Primera causa: Apartamiento de Jests. Los dfas que siguieron a la entrada triunfal en Jerusalém, les pa- s6 Jesucristo solo, en medio de un pueblo hostil, rodeado y seguido tan solo de los doce Apéstoles; los dem4és, la muchedumbre que le aclamaba, lejos de Jests, sin ser ensefiada por él, sin presenciar sus