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63 tro de la verdad ha entretejido en el didlogo que constituye el Evange- 4... an et Evan- lio del dia y que acabais de oir, diversas y variadas verdades, impreg- gelio del dia. nadas de celestiales aromas y de provecho grande para nuestras al- mas. De todas ellas yo escojo una la mas oporiuna, la mas necesaria la de mayor utilidad practica a mi modo de ver sobre todo en el dia Una de ellas es de hoy, en que atin los mismos cristianos van abandonando las Igle- eye sias y no se preocupan de sermones; el dia de hoy en que atin los mis- in paleradee mos cristianos que practican y frecuentan las Iglesias, rehuyen las mi- na Qui ex Deo Sas en que se expone la palabra divina; en el dia de hoy en que atin los ee mismos cristianos que asisten al catecismo u oyen la divina palabra, se [@¢ 908 "0"... cansan para el cuarto de hora, se duermen 0 la reciben con prevencion la mayor parte de las veces; la mas necesaria el dia de hoy en que en discursos, en conversaciones, en escrifos, en la pantalla se combate, se ridiculiza, se desprecia, se blasfema, se bastardea la palabra divina. Esta verdad es: Qui ex Deo est, verba Dei audit. Propterea vos non auditis guia ex Deo non esiis. El que es de Dios, escucha la palabra divina y por eso vosotros no la escuchais, porque no sois de Dios, El evangelio hace suponer ser varias !as razones que aducian los judios para no escuchar ni atender a las ensefianzas de Jesucristo, SO” varias las pero este divino Salvador que conocia hasta el fondo los corazones ae or de sus oyentes, replica que todas son excusas vanas, falsos y menti- san de oir la rosos pretextos, que una era la raz6n verdadera, tinica, suprema; vo- P#labra divina. sotros no escuchais la palabra divina, porque no sois de Dios. Muchas, muchisimas, amados hermanos, son las razones que aducen los cris- tianos de hoy para dispensarse de los sermones, para no acudir al Y no es mas catecismo; el cuidado de la familia que nos retiene en casa, los traba- 7 Soar jos del campo que amenazan perderse, los negocios que le absorben Deo non estis a uno fodo el tiempo, los viajes imprescindibies, un amigo que ha venido a visitar le, cuando no es el juego, el café, la pereza; soste- nido por Jesucristo yo vengo a declararos que todas esas razones son vanos pretextos, falsas y mentirosas excusas; una hay suprema verdadera y espantosa: propferea vos non auditis guia ex Deo non estis; razon que debia hacer temblar a todos aquellos que dicen con una despreocupacién insensata mo esfoy yo para sermones. Cuando yo paso por delante de vuestras casas y veo que estais repartiendo el alimento a vuestros animales, si veo que a uno de ellos Prueba deejem- en lugar de darle el alimento, le dais de palos, lo arrojais de casa, lue- oy Ppayme no go concluyo no es suyo ese animal. Cuando yo veo que una madre re- les qne no son parte la merienda a varios nifios, y a uno de ellos deja en ayunas; lue- gore goconcluyo que no es hijo suyo. Cuando yo veo que Dios reparte- a los cristianos la palabra divina, que es luz para Ja inteligencia, que es alimento para nuestra alma, que es fortaleza para nuestra voluntad, que es medicina para nuestras enfermedades; y que permite que mu chos de esos cristianos huyan de los sermones, no les llegue nada nada de esa luz, de esa fuerza, de ese alimento, de esa medicina; con- La madre y los hijos. See ee = SS Ss a ee 4 SS SS es Se 2 es i ee