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ximus?En mal hora acude a ese subterfugio; Jesucristo con un belli- simo ejemplo y con ironia suave, les dird que todos ellos, sacerdo- tes, levitas, fariseos, escribas deben aprender de un aborrecido sa- maritano, quién es el préjimo y por tanto la verdadera interpreta- cién de la ley. Suscipiens autem Jesus dixit: Homo quidam des- cendebat ab Jerusalem in Jerico (Esta ciudad distaba de la pri- mera unos treinta kilémetros y para ir de la una a la otra, habia que atravesar un verdadero desierto de diez kilémetros de largo por un camino bordeado de rocas enormes semejantes a dientes de sierra, cortados por estrechas hendiduras, lugar muy a propdsito para robos y asesinatos) ef incidit in latrones qui etiam despo- liaverunt eum: et plagis impositis, abierunt, semivivo relicto. Accidit autem ut sacerdos quidam descenderet eadem via; et viso illo preeterivit. Similiter et Levita, cum esset secus locum, et videret eum; pertransivit. Samaritanus quidam, iter faciens, venit secus eum; et videns eum, misericordia motus est, ape- sar de ser judio y enemigo suyo. Et approprians alligavit vulne- ra ejus, infundens oleum et vinum; et imponens illum in jumen- tum suum, duxit in stabulum et curam ejus egit. Et altera die protulit duos denarios et dedit stabulario, et ait; Curam illius habe; et quodcumque supererogaveris, ego cum rediero, re- dam tibi. Quis horum trium videtur tibi proximus fuisse illi qui incidit in latrones? Magnifica y aplastante contestacién. El legis- perito tiene que confesarse vencido: At ille dixit: Qui fecit mise- ricordiam cum illo. Et ait illi Jesus: Vade, et tu fac simititer. * * * Dos lecciones Homilia.—He lefdo con detencién el evangelio del dfa y he saca- “il evangelo e a. do de su lectura dos lecciones de gran valor y de suma actualidad. La primera es la caridad, el amor para con el préjimo. Habfa en- tre los judfos una secta, los fariseos, los escribas que se arrogaban el titulo de maestros y doctores, el derecho a interpretar la Ley de __ Moisés y por tanto dictar a los hombres las 6rdenes del cielo. Y es- lem punts = tos hombres de coraz6n duro y perverso, habfan separado y atin con- é! prdjimo. trapuesto dos preceptos de la Ley que son inseparables, porque en realidad es un mismo precepto el amor a Dios y el amor al projimo. [1,7m0r.8 Dios Separado este de aquel, habfa quedado sin fuerza, sin vida, reducido a 80lo precepto. un afecto meramente natural, a amar a los amigos y se ensefiaba por los citados doctores que era licito y ain virtud y ‘deber, odiar. a los enemigos, a los extranjeros. Y como el amor de Dios no puede exis- »

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