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més grave herir al rey que a’los vasallos, envenenar la fuente que el La seduccién. riachuelo. Y a tres también se pueden reducir los grandes bienes de la lengua; primero, bendecir a Dios, cantar sus alabanzas, pregonar sus beneficios, predicar su Ley santa; segundo, edificar al préjimo, salvar Tres bienes que su almay quizé sucuerpo con buenos consejos, con exhortaciones san- puede acarrear tas, con reprensiones a veces; tercero, defender al prdéjimo, conservar su buen nombre; bienes, como veis, también capitalfsimos, porque asf Alabar a Dios, se conserva, se aumenta mas y mas Ia caridad, el amor, que es el ma- yor de los bienes que es Dios, porque, como dice ‘la Escritura sagra- da: Deus caritas est. Epist. S. Joan. 1V, 8. Ahf teneis, a mi modo de ver, el porqué fué llevado aparte el sor~ , defender su buen nombre. do mudo, e hizo saliva Jesucristo y toc6 su lengua y miré al cielo y gimié y dijo aquellas palabras: d4brefe; es que el dulcfsimo Jestis cono- cia perfectamente los grandes bienes y los grandes males que puede acarrear la lengua; y para que el sordo mudo evitara éstos y consi- guiera aquellos, le humedece con su saliva, que fué como santificarla, ponerla un sello divino. A. O. quizé no lo recordeis, pero es cierto, que un dia, el dfa de N : + 5: Bee gi uestros oidos vuestro bautismo, cuando fuisteis admitidos en el seno de la Iglesia y lengua fueron catélica; Jesucristo, mediante su ministro, puso sus dedos y saliva Sbiertos por Je- sobre vuestros ofdos y lengua y los abrié ala nueva vida, para que _ bautismo. pudieseis oir las ensefianzas divinas y cantar las grandezas de Dios. Vuestros ofdos y vuestra lengua, por consiguiente, han sido abiertos, purificados, santificados, sellados con el contacto, con el sello de Je- sucristo; no son vuestros, son de Jesucristo. No los profaneis jamas, no los empleis mas que para aquello que Jestis desea; no los convir- Conclusion. tais en instrumentos de Satands, no vendais al demonio lo que es Servirse bien de Jesucristo; y tal cosa hace el que se sirve de sus sentidos para pe- sobre todo de car, el que con su lengua blasfema, siembra perniciosas méximas y |* !¢"8¥@ consejos nocivos, calumnia al préjimo y le roba el buen nombre al hermano, La calumnia. edificar al pré- jimo, DOMINGO DOCE DE PENTECOSTES Exégesis. S. Luc. X, 28-37. Comienza el Evangelio por unas palabras de Jesucristo, pro- nunciadas después de la que podiamos llamar excursién misional de los doce Apéstoles. Se dirige a estos y les pondera la grande

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