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135 Sum, misit digitos suos in auriculas ejus et expuens, tetigit linguam ejus: et suspiciens in coelum, ingemuit et ait: Ephphe- ta, quod est, adaperige: detalles todos estos cuyo sentido intimo desconocemos. Ef statim apertae suni aures ejus et solutum est vinculum linguae ejus, et loquebatur recte. Et praecepit illis ne cui dicerent. Quanto autem eis praecipiebat, tanto ma- magis plus praedicabant. Et eo amplius admirabantur, dicen- tes: Bene omnia fecit; et surdos fecit audire et mutos loqui. S. Mateo (XV, 29-32) nos presenta a Jestis en esta misma ocasién y lugar obrando muchedumbre de prodigios en cojos, sor- dos, mudos, tullidos etc. Por lo visto S. Marcos creyé mas oportu- no para sus fines escoger uno de ellos y narrarlo con todos sus detalles. * Homilfa—Pretendo en esta pequefia homilia descubrir nada me- nos que las intenciones del Evangelista. Refiriéndose al suceso de la curaci6n del sordo mudo, narrado en el Evangelio de hoy, S. Mateo XV, 29-52, se contenta con decirnos, que, habiendo subido Jests a una montafia, se sent6 y que muchedumbre de gentes se acercé a El, trayendo consigo cojos, ciegos, sordos, mudos, tullidos y mil enfer- mos més; que los pusieron a los pies de Jestis y los curé. S. Marcos empero no se contenta con una descripcién tan somera y genérica y nos cuenta que la multitud present6 a Jestis un sordo-mudo y que le rog6 lo curara. Jesucristo lo tom6 a parte, puso sus dedos en las ore- jas del sordo, hizo saliva y con ella toc6 su lengua, miré al cielo, gi- mié y dijo: 4branse. Y se abrieron sus ofdos y se solt6é su lengua y hablaba perfectamente. El Salvador les impuso el silencio sobre el caso, pero cuanto mas empefio tenfa en ello, mas lo divulgaban y mas se admiraban diciendo: Todo lo hace: bien a los sordos da ofdo y ha- bla a los mudos. &4Cudles fueron las intenciones del Evangelista al narrar este epi- sodio con tanto detalle? Intenciones del evangelista. Una salta a la vista, apenas se lee el evangelio, y tal es, eldemos- — trar palmariamente el poder, el dominio absoluto que Jesucristo ejerce sobre todas las cosas. Es el demostrar que Jesucristo es omnipoten- te, es Dios a quien nada resiste, a quien las criaturas todas obedecen; Dios que, si grande es en el poder, no es menor en el amor, en la compasi6n y ternura para con el enfermo, para con el desgraciado. Verdad esta que debe llenar de confianza y de paz y de consuelo nuestro coraz6n, al saber que es omnipotente, infinito, sin Ifmites en el poder y en la ternura ese Jestis a quien nosotros enfermos, desgra- ciados expuestos a mil peligros de alma y cuerpo podemos acudir hoy, como acudian los judfos. Primera: De- mostrar que Je- sucristo es Dios 1 me RT SS ais ———-——-.

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