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123 Si pronto en discurrir soluciones, mas pronto es todavia en po- nerlas en practica, obrar: Convocatis itaque singulis debitoribus domini sui, dicebat primo: Quantum debes domino meo? At ille dixit: centum cados olei, cien barriles, lo mas probable de cuarenta litros cada uno; tal parece haber sido el contenido del bath que aqui se cita y era entre los Judios la medida para los li- quidos. Dixitgue illi: accipe cautionem tuam: et sede cito, scribe quinquaginia. Deinde alii dixit: Tu vero quantum debes? Qui ait: centum coros tritici. El kor era entre los Judios medida la mayor a su vez para granos y parece que equivalia a diez bath es decir, cuatro cientos litros cada uno. Ait illi: Accipe litteras ttas, et scribe octoginta. Et laudavit dominus villicum iniquitatis, quia prudenter fecisset. No pocos lectores escandalizanse al leer estas lineas, pensando que Jesucristo alaba la conducta del mal adminis- trador y no se fijan que no es Jesucristo quien le aplaude, que es el sefior, el propietario, y que este no le aplaude por bueno, sino por sagaz. Jesucristo no hace otra cosa que aprovecharse de esa sagacidad que se revela en el modo de proceder del administrador, sagacidad y conducta que El lejos de aplaudir, la califica de mun- dana, de mala; guia filii hujus saeculi prudentiores /filiis lucis in generatione sua sunt. Se aprovecha, digo, de esa muestra de sagacidad para deducir en conclusién: Et ego dico vobis: facite vobis amicos de mammona iniquitatis. Mammona, palabra ara- mea que significa intereses, tesoros. La palabra que sigue iniquita- tis, puede significar ocasién, fuente, fruto de iniquidad. No se puede afirmar con certeza en qué sentido lo dijo Jesucristo: recipiant vos in eterna tabernacula, Estas palabras indican que el cielo es el patrimonio de los desgraciados de este mundo, su herencia acuya participacién como verdaderos duefios pueden admitir a cuantos les favorecieron en su desgracia. * * * Homilfa. — 4Quién es ese administrador infiel que en lugar de ad- Ese administra- ministrar los bienes segtin la voluntad de su sefior y de hacer prospe- rar la hacienda la derrocha y malgasta? No es necesario que consul- temos las paginas sagradas. Basta con levantar nuestros ojos al cie- lo y fijarlos en Dios nuestro Creador y nuestro Padre que es el sobe- rano Sefior de todo cuanto existe, el propietario real, tinico, de todo ———— de cuanto tenemos, alma, cuerpo, faculfades, sentidos, bienes de fortuna etc., porque de El proceden, El los conserva, para El sony su cufio dor somos no- sotros. Todo cuanto To _________________ a ated aierstieenteseaepenereneeeae eee

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