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lil bajando toda la noche y nada habian pescado, son simbolo, imagen | de la doctrina judfa y de la filosoffa pagana que no pudieron salvar al ; genero humano ni hacerle virtuoso ni hacerle feliz, y después de sig- } glos de predicaci6én y eesefianzas durante la noche que precedi6 ala venida del Sol de Justicia, tuvieron que exclamar: Per fofam noctem laborantes nihil ceepimus; hemos trabajado toda Ia noche y el resul- tado ha sido nulo, con el mismo desencanto con que lo pronuncié S. Pedro. La barca de Pedro es el sfmbolo, la imagen de la Iglesia; es una oe de las dos barcas, la qae pertenecia a Sim6n, la barca que hemos lla- en _ la Iglesia mado doctrina judfa que al fin y al cabo de Dios procedia y era verda- Sani’ hor leeks dera, pero Jesucristo se sienta en ella y queda constitufda enla Igle- en ella. sia santa, el arca de salvacién, la columna y cimiento de la verdad: columna et firmanentum veritatis (| Tim. \ll, 15); en la Iglesia cotdli- ca apostélica romana, a la que tenemos la dicha imponderable de per- tenecer, cuya cabeza es Jesucristo, cuya doctrina es Jesucristo, cuyo poder es Jesucristo, barca divina desde la que llama a todos, ricos y pobres, hombres y mujeres, j6venes y ancianos, sabios e ignoran- tes, y enfermos, justos y pecadores y son tantos los peces que se rom- pian las redes y la Iglesia ha Ilamado'en su ayuda a la filosoffa, a la ciencia, al arte, y el arte la ciencia y la filosofia se han hecho cristia- nos y se han puesto en manos de la Iglesia para salvar al hombre. Escuchad algunas de esas redadas, las primeras echadas enel nombre de Jestis, la primera el dfa de Pentecostés, tres mil; al dia si- guiente cinco mil. No quiero jerminar esta sencilla explicacién del Evangelio del dia sin llamar vuestra atencién soqre las condiciones necesarias para que PS, condi- la labor de la Iglesia y de los Apéstoles sea fructuosa. Primera condicién: que Jesucristo entre en la barca; desde el mo- que Jesucristo mento que Jesucristo 0 desaparece o ha sido arrojado de la barca, co- ©" en Ia bar- mo sucede a todas las sectas que se han separado dela Iglesia, que- dan estas condenadas a la esterilidad, sus trabajos, sus esfuerzos se- ran completamente inttiles. La historia del arrianismo, nestorianismo, cisma_ griego y del mismo protestantismo con su proselitismo bastar- do y sus ideales de todo en todo humanos, lo esté demostrando pal- | mariamente. No tienen a Jesucristo en su seno, no poseen por tanto su vida, no pueden comunicarla. Segunda condicién: que se echen las redes en el nombre de Jesu- que se echen cristo. Sin Jesucristo, sin su nombre bendito, nada hay de bello, de soolee aa ie grande de santo en el cielo y en Ia tierra. Indtiles, infructuosos serén 8¥<risto. los trabajos del misionero, sus viajes por desiertos horribles, sus fa- tigas, sus predicaciones, el ebandono de la patria querida, hasta el martirio. Infructuosa para el cielo la santidad de los santos, la peni- tencia de los ermitafios, la pureza de las virgenes. Infructuoso para a emcee ee ee enemies rE