BCCPAM000522-3-21000000000000
110 et adjuvarent eos. Et venerunt et impleverunt ambas naviculas, ita ut pene mergerentur. Jesucristo habia consegido su intento: Quod cum videret Petrus procidit ad genua Jesu, dicens: Exi a me quia homo pecator sum, Domine. Stupor, enim circumde- derant eum et omnes qui cum illo erant in captura piscium qaam ceeperant: Similiter autem Jacobum et Joanem, filios Zebedwi qui erant socii Simonis. Et ait ad Simonem Jesus: noli timere: Homilfa.—E\ santo Evangelio tomado de S. Lucas cap. V. v. 1-11, nos narra uno de los grandes prodigios obrados por Jesucristo para demostrar su divinidad, el poder omnfmodo y absoluto que ejerce so- Prodigio de Je- 3 ’ sucristo para bre las criaturas y la nececesidad no menos obsoluta que tenemos de i ex hocjam homines eris capiens. Et subductis ad terram na- ' vibus, relictis omnibus, secuti sunt eum. i “% { ; hein meters B wom rot ed su intervenci6n para el logro de nuestros fines. Pero nose detiene poderomni- ahf el Evangelio: al mismo tiempo que nos ofrece en demostracién modo. 4 i * grondiosa del poder de Jesucristo, nos ofrece una ensefianza mistica de grande edificacién para nuesiras almas, cuya fé y confianza en la ea santa Iglesia confirma y corrobora. ; | En el Evangelio se nos habla de un mar, una barca, una noche, | una palabra; el mar de Genesareth, la barca de Pedro, la noche del 4 eae oe gentilfsmo, la palabra de Jestis que llena las redes de peces. El mar | i bolo del mundo de Genesareth con su calma engafiosa, sus olas tranquilas y apacibles | como corderos y luego rugientes como tigres, una superficie riente y ‘ halagadora, y bajo ella el abismo sin fondo y sin esperanza; el mar, cuyas traiciones y victimas son sin nimero; et mar cuyo lecho, bajo i hermoso velo de azul y plata, esta empedrado con nuestros tesoros ii y con nuestros caddveres; el mar con sus peces sin numero, que na- dan a la ventura en medio de sus ondas, buscando el alimento, ex- i puestos siempre para ser devorados por peces mayores pescados en i las redes, es la imagen, el simbolo del mundo sonriente y engafiador i dulce y suave como cordero a veces, rugientes oiras como tigres, cu- . i yas traiciones y victimas dejan muy atrés a las traiciones y a las vic- i timas de este mar que coniemplan. nuestros ojOs, donde viven los | hombres en busca de honores, de riquezas, de deleites; expuestos a ; ser devorados el pobre por el rico, el rico por la fortuna; pescados por i el demonio cuya ocupacién es tender sus redes; arrastrados por la ii ambicién, el orgullo, los placeres sensuales. ‘f Y ante ese mar preséntase Jesucristo, que ha bajado del cielo a la tierra, que ha descendido a ese océano del mundo: /pse stabat secus " stagnum Genesareth. / Las dos barcas que halla cerca de la orilla, que habian estado tra- ee ae a a i |
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz