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4) i 3 ncaa danaghea aa X nil anda Aina. nk Cai cn Explicaciones La medida del gozo de Jesucristo ylos Angeles es la gloria de Dios que resplande- ce en la mani- festacién de sus perfecciones, La misericordia la compasi6n se revela en el pecador arre- pentido. 108 la humanidad extraviada, y que por ella ha recorrido montes y valles y ha trabajado sin descanso y ha sudado sudor de sangre y su em- presa le ha costado la vida; la Iglesia que sabe que Jesis es esa mu- jer solicita que no descansa hasta encontrar la moneda perdida, nos repite el dia,de hoy las palabras de Jesucristo: En verdad, en verdad os digo gue es mayor la alegria del cielo por la conversién de un pecador, gue porla perseverancia de cien justos. Es verdad esto que parece una paradoja. Veamos de explicarlo. Si yo me contentara con daros una prueba superficial y humana, os dirfa que nosotros experimentamos un gozo mayor cuando recupe- ramos un bien perdido, que cuando gozamos pacificamente de su po- sesi6n: que apreciamos més la salud después de la enfermedad, la pérdida de los amigos nos hace ver cuén necesarios nos eran; es que la costumbre hace perder a las cosas gran parte de su valor. Pero hay una raz6n muy superior a todas estas, y es la siguiente: El motivo y la medida de la alegrfa del Hijo de Dios y de los angeles del cielo es la gloria del Creador. Por tanto si de tal modo se alegran por la conversién de un pecador es que en ella resplandece de modo especial esa gloria divina. Veamos si esto es verdad. Brilla la providencia divina, brilla su inmensidad, brilla su omni- potencia en todos los seres irracionales; pero su bondad y su justi- cia resplandecen en los seres racionales; y si la providencia y la om- nipotencia y la inmensidad asientan su imperio y su majestad y gloria sobre los seres irracionales; la bondad y lajusticia los asientan so- bre los adngeles y sobre los hombres. Por la bondad y la justicia domina Dios sobre las inteligencias; por la bondad reina en los buenos, por la justicia sujeta a los malos, la bondad colmando de bienes, Ia jueticia con la ocveridad de sus le- yes; la bondad por la dulzura, la justicia por la fuerza; la bondad arrastra,la justicia reprime; la bondad recompensa la fidelidad, la jus- ticia castiga la rebelién; y la bondad y la justiciason como los bra- zos de Dios, con uno de los cuales premia y con el otro castiga; son las dos columnas que sostienen la majestad de su imperio, porque con una levanta al justo y con la otra aplasta al pecador. Existe empero otro atributo que es, como el encanto magico, el aroma divino de la bondad y de la justicia, su complemento y corona, qne los afirma y justifica y realza hasta lo infinito, el que verdadera- mente fascina y arrastra y enloquece al hombre y al Angel, la miseri- cordia, la piedad, la compasi6n que se ejerce siempre y soloen el pecador arrepentido; y si los seres irracionales cantan y pregonan la omnipotencia de Dios, su providencia e inmensidad, si los hombres justos y los Angeles cantan y pregonan la bondad y la justicia, el pe- cador arrepentido canta y pregona su misericordia, el atributo que, al parecer, més adentrado tiene Dios en el curaz6n, el que parece ser