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103 0 probare illa: rogo te, habe me excusatum. Et alius dixit: Uxorem duxi, et ideo non posum venire. Et reversus serous, nuntiavit hoec Domino suo. Tunc iratus pater familias, dixit servo suo: Exi cito in plateas, et vicos civitatis: et pauperes, ac debiles, et coecos, et claudos introduc huc. Et ait servus: Domine, factum est ut imperasti et adhuc locus est. Et ait Do- minus servo: Exi in vias et sepes, et compelle intrare, ut im- pleatur domus mea. Dico autem vobis, quod nemo virorum illorum, qui vocati sunt, gustabit coenam meam. * * * Homilia.—iQué banquete es este, del que nos habla con tanta ponderacién el Evangelio del dfa? La Iglesia, nuestra madre, nos da la respuesta, al escoger este Evangelio y leerlo a nuestros ofdos en esta octava consagrada al culto de la Eucaristia; nos dice que el ban- quete real es la figura, sfmbolo,. vaticinio de otro banquete no solo grande, no solo real, sino sublime, incomprensible, divino; subblime, incomprensible divino, por todos sus lados; por la persona que lo da, que es Dios y por el ffn porque se da que es hacernos dioses. Estas solas palabras demuestran, bien a las claras, por qué la I- glesia ha instituido fiesta tan solemne en honor del Santisimo Sacra- mento. La Iglesia quiere proclamar, hacer patentes de una parte, los beneficios de su Esposo; de ofra su amor y reconocimiento; y por eso lo lleva por las plazas y por las calles, adornadas de ricas colga- duras; hace resonar los aires con cantos alegres, armoniosos y en- tusiastas; arroja al suelo y embalsama el ambiente con flores e in- cienso; esos cantos y esas fiestas y esas flores y ese inciénso y ese banquete, de que nos habla el Evangelio y al que el padre de familias convida fan amorosamente a todos cuantos en su camino tropieza, y sobre todo la presncia real de ese Jestis que atodos.los cristianos convida y pide y manda que se acerquen al banquete eucarfstico, me sefialen a mi el tema de esta platica: el amor de Jesis en la Eucaris- tfa y la frialdad e indiferencia del hombre, amor de una parte y frial- dad de la otra, puestas de manifiesto en el evangelio. Un hombre, dice el Evangelio, hizo una cena, gPero, quién es ese hombre? Ahi le tenéis expuesto a vuestros ojos; la fé os lo esta di- ciendo, aunque nada os digan los sentidos: es el Dios dela majestad y de la gloria, el solo santo, el solo omnipotente, el solo inmortal, el solo impasible, el solo sabio, el solo infinito, el que con solo un fiat ha creado todo cuanto existe, cuyo nombre hace exiremecer de espan- to a los demonios, en‘ cuya presencia los serafines mds elevados cu- bren los rostros con sus alas, el que es eterna e infinitamente feliz y bienaventurado y para nada necesita del hombre, ni de sus alabanzas, El! banquete de que nos Pabla el Evangei, gura, simbolo y vaticinio del banquete euca- ristico. Tema de la platica: amor de Jestis en la Eucaristia y frialdad e indi- ferencia del hombre. Dios por amor al hombre se hace hombre,