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ane Mis con palabras y ejemplos, y solo llené las Ansias que tenia de su felicidad, cuando completé la obra de la redencion en la institucion de la Eucaristia. {Quién no vé 4 esta cabeza de su Iglesia derra- mando sobre ella, comosol de justicia, los rayos de luz que la alumbran, la dan calor y la fecundan? ;Quién no contempla el érden admirable con que lleva 4 esta su es 4 cada uno de sus miembros por la senda de la fe y la caridad, déndole fuerza para resistir4 los ataques no interrumpidos del enemigo, y cubrién- dola con su virtud para que no la hieran sus dardos? Desde la sagrada Eucaristia dispara las saetas de su amor, que vayan 4 los corazones de los pecadores pa- ra que se yuelvan 4 él, y se salven: y muestra 4 los justos los tesoros de su carifio para que vivan unidos & él en los vinculos de la fe y de la caridad, y sean una cosa con él por la gracia, asi como ély su Padre son una misma cosa por la naturaleza divina. Y siendo asi que toda la fuerza y virtud de los miembros des- ciende de la cabeza, para que cada uno haga en el cuerpo el oficio 4 que la naturaleza lo ha destinado, qué gracia vendré 4 nuestras almasque no proceda = | Jesucristo, que desde el sagrado tabernéculo n s esté dando animacion y vida? yirelene Considera pues, alma cristiana, qué felicidad es la tuya de haber sido regenerada por Dios en el senode la santa Iglesia catélica, donde tinicamente hay caridad, y en cuyo seno solamente hay fe y esperanza, porque solamente en ella existe ese foco de caridad infinita que es Jesucristo. Compérate con los innumerables idélatras, que no quieren conocer al Dios verdadero, _ y Con tantos millones de herejes, que desprecian este misterio de amor de Jesucristo, y verés cudnta es tu