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DESPUES DE LA COMUNION. Jesucristo enla Eucaristia nuestra cabeza. Es la cabeza del cuerpo de la Iglesia. Colos. cap. 1. v. 18. PUNTO PRIMERO. Ofreciose Jesucristo en sacrificio inmaculado para fundar su Iglesia, santificarla, y presentdrsela d st. mime glorioeih,. que mo. fenga mancha, ni arruga, ni cosa semeye y para que los hombres, que se santificarian y salvarian con su preciosa sangre, hi- ciesen con él un solo cuerpo mistico unidos con él en caridad, pucs su Padre lo puso cabeza sobre toda la Iglesia. * Mas como hubiese venido del Padre para hacerse hombre, y dar su vida por no- sotros, y debiese volver 4 él para entrar en su gloria, no quiso dejarnos huérfanos, sino que de- termin6é quedarse con nosotros en la Eucaristia has- ta el fin. del mundo, para vivificar y regir 4 su Iglesia; y aunque no lo veamos con los sentidos cor- porales, no por eso deja él de hallarse en medio de nosotros, haciendo en todos y en cada uno de los hombres de esta Iglesia en el drden dela gracia lo que la cabeza hace en el cuerpo material en el de la naturaleza ;Ah! El amor que tenia 4 los hombres, no se satisfizo con estar ensefidndolos treinta y tres afios 1 Ephes. cap. 5. v. 27.—? Tbid. ©. 1. v. 22.
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