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_— . g DESPUES DE LA COMUNION. _ Jesueristo nuestro hermano en la waa Eucaristia. | No tuvo reparo de Uamarlos herma- noe. Hebr. cap. 2. 9°11." PUNTO PRIMERO. Tan pronto como el Hijo de Dios tomé Ja natura- leza humana, se hizo realmente hermano nuestro, como él mismo lo habia anunciado por el profeta cuando hablando con su Padre le decia que contaria las grandezas desu nombre 4 sus hermanos.: Y . como el Padre tenga todas sus complacencias en ¢8- te Hijo, y nos haya dado en él y por él 4 nosotros la splonsion, ie hijos suyos, quiso este asemejarse en do 4 sus hermanos, para que pudieran estos acer- carse & élcon toda confianza: asies, que no rehus6 =~ tomar la miseria de nuestra naturaleza, ni padecer como nosotros, frio, calor, cansancio, fatiga, hambre y desfallecimiento: y quiso ser tentado por el enemi- 0, deeproginta por los hombres y crucificado por 08 verdugos, para que supiésemos que, excepto en el ecado, se nos asemejaba en todo, y que el que santi- ey los que son santificados, todos son de una mis- ma prosapia: * y comprendiésemos tambien que to- dos nosotros somos hijos de Dios adoptados en su 1 Psalm. 21. v. 23.—* Hebr. cap. 2. y. 11.