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A - mio A da a o a a 24 116 va; y te horrorizarós al ver los estragos que en tí ha hecho el pecado. Te quitó la vida de la gracia, te despojó de la gloria de hija de Dios: te destinó para el infierno: te hizo esclava del demonio, y te cubrió de mas miseria que la que tuyo Job en el muladar. Esto ha pasado por mi, ¿y no me he muerto? Afectos. ¿Para qué me necesitais, Señor? ¿Por- qué tanta bondud eon este ingrato? S:,-Jesus mio, yo he sido aquel hijo pérfido y desleal que os a- bandonó por buscar los sucios placeres del sen- tido: pero ¡ay vida mia! que lo mismo fué se- pararme de vos, y salir de vuestra amistad y a- brazos, que conjurarse contra este desgraciado todas las desdichas. ¡Qué hambre! ¡qué sed ton insaciable!.... tanto he padecido, Señor, que ya vuelvo á vuestros brazos arrepentido. Propósito. Todo mi esmero ha de ser ena- delante huir de aquellas cuusas que me han re- ducido 4 este estado. No hablaré sin examinar antes lo que hablo: huiré de aquella tertulia... de aquel amigo.... de aquella casa.... Accion de gracias. Os doy gracias , Señor, porel beneficio de la confesion que he hecho de todos mis pecados, lavándome con vuestra sangre preciosísima. Bendita sea tanta bondad.