BCCPAM000327-3-35p2d000000000
111 Nada hay tan importeniespara tí como salvar- te: sí esto lo pierdes, lado sel perdió, y si esto lo ganas, lodo lo has gudadiós ¡O Dios mio, que necio he sido hasta aqui! Todo mi afan ha cou- sistido en correr tras el oro, los placeres y las conveniencias de la vide, como si estas fuesen mi último fin, sia acordarme que todo esto por acá se queda y se acaba, y que solo mi alma es la que ha de durar eternamente. Alma mia, va. mos á salvarnos, que eso es lo que nos im- porta. AHORA SE MEDITA SOBRE ESTO. Áfectos. Señor tú nos hicistes para ti solo, na- da tiene el muudo que pueda contentarme, na- da «que pueda 'llenar mi deseo. Mi alma se abra- 'sa de sed, Infeliz de mí, que para apogarla he ido 4 buscarifigua á las cisternas rotás del mun= do, que no pueden contenerla, y lo que he con- seguido, Señor, es aumentar mas mi necesidad! laquieto está mi corazon. ¡Ay! Tú eres mi últi- mo fin, Jesus mio: por tí suspira el alma mia no descansaré hasta que descanse en tí. Propósito. Todos. las criaturas buscan el fin á que el Señor las destinó. La piedra ¡con que ve- locidad no se precipita en su centro! El fuego
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz