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107 mejantes. Tambien debe dérigracias por los be- neficios comunicados á todos bs hombres, espe- cialmente 4 la santa Iglesia, á la nacion, al pue- blo en que vive, á su familia , padres, herma- nos, confesor .. Pero en donde debe esmerar- se es en el conocimiento de la bondad de Dios, que lo ha amado tan tiernamente, y Su horrible ingratitud. 4. La «Peticion» esta parte de la oracion, es un tesoro de infinito valor para el que sabe a- provecharse «de él. Tanto sacaremos de las ri- quezas infinitas de la bondad de Dios, cuanto quisiéremos, con tal de que lo hagamos con con- fiaoza y ordenadamente, esto es, pidiendo cosas espirituales ordenadas á nuestra santificacion ab- solutamente, y las temporales sometiéndolas á la voluntad del Señor. Jesucristo ha dicho, que su Padre nos dará todo, todo cuanto le pidamos en su nombre. El que perece es porque no sabe pe- dir. El que pide con confianza y con fervor, im- posible es que se condene. Desplegue, pues, las velas de su corazon, y haciéndose cargo que tie- ne un padre muy poderoso, pida mucho, pida con perseverancia, pida fiado en los méritos de sa Sal- vador, pida segun el conocimiento que tiene de sus neeesidades, pida por la Iglesia, por el pa-