BCCPAM0001173-3-0400000000000
93 empezo a llamarme la atencion lo que me decia en la primera que me escribid, la cual era contestacion4 una que le dirigi hacia mediados de diciembre. Me decia que era la primera que recibia de mi despues de mi salida de la Habana en 15 de octubre del afio anterior. Entre tanto, con fecha 19 de noviembre, le escribi desde Ca— diz, repitiéndole el testo de la carta-drden sobre los asuntos del Cementerio, de la cual se habia incautado el Gobierno. No me contenté con haberle escrito el 19, pues le repeti la misma el 27 de noviembre desde Ma— drid, la cual fue echada en el correo que salia el mismo dia para Cadiz y la Habana. Por la primera carta recibida en Roma tuve cono- cimiento perfecto de que ninguna de mis dos relativas al asunto habian llegado 4 su destino. Presentose otra coincidencia bien rara, y fue que 4 los once dias de mi_ salida de la Habana mi Secretario de caémara y gobier- no, el digno y ejemplarisimo sacerdote D. Luis de Ira- susta, fue declarado por la autoridad superior de la Isla no conveniente para el bien de la misma, y por consi- guiente recibié érden y pasaporte para pasar 4 Cadiz, 4 donde llegé en primeros de diciembre. No pertenece 4 las coincidencias el decir lo que — acaecié 4 este virtuoso sacerdote, pero lo diré por via de ornamentacion oratoria. Llegé el buque 4 puerto, y al momento salté 4 bordo la policia para ponerlo preso, y en ‘calidad de tal fue llevado 4 la fonda llamada de Ca- diz: estuvo en ella guardado 4 la vista, hasta que 4 los pocos dias fue conducido 4 esta. Esperabalo tambien la policia en la estacion del Mediodia; y tan pronto como llegé, fue custodiado y llevado por ella 4 las carceles de San Francisco. Eran las siete de la noche: 4 las diez llegé érden para que se le condujese al ministerio de Ultramar.. Medio alli entre él y el sefior ministro un dialogo curiosisimo,: donde salié 4 colacion la tambien
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz