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92 voluntad de los donantes debia ejecutarlo, les dirigi en 26 de abril de 1867 otra catta que, 4 la letra, dice asi: —(Aqui la carta.) —Cémo fueron acogidos mis deseos, basta probarlo con la lista, en la cual consta que todos, no solo fueron gustosisimos en ello, sino que aun afia-, dieron mayores sumas 4 las que antes habian dado.— (Aqui la lista.)—Solo dos eclesidsticos, segun aparece de la lista que antecede, fueron los que manifestaron su voluntad irrevocable de que lo que habia sido dona- do para las obras del Seminario fuese destinado 4 ese solo objeto, y no 4 otro; en esta atencion, di érden para que las sumas dadas por los mismos entrasen en las arcas del Seminario, como asi se hizo. Por lo que hace 4 los demas, solo me resta decir 4 V. E. que la suma reco— lectada de 46,051 escudos la libré 4 una casa de comer- cio en Paris, donde la hicieron efectiva los sefiores pre- bendado de mi Santa Iglesia Catedral, D. Ildefonso Mon- toya; y mi Secretario de visita D. Santiago Fernandez Cano, los cuales me acompafiaron en mi viaje 4 la Ciu- dad Santa, y nose separaron de mi ni eun en los mo— mentos en que fui recibido por Su Santidad, y tuve el honor de presentarle mis homenages y el de mi clero. —Creo no haber podido hacer mas para contestar cate- goricamente 4 lo que V. E. me pide, que con relacion circunstanciada de los hechos que la motivan. Lo que digo 4 V. E. para su inteligencia y efectos consiguien— tes. Dios guarde 4 V. E. muchos afios. Habana y febre- ro 15 de 1869.—Exemo. Sr.—Fr. Jactnto Maria, Odis- po de la Habana.—Excmo. sefior ministro de Ul- tramar. APENDICE PRIMERO.. FONDOS DEL CEMENTERIO DE LA HABANA. Desde que llegué 4 Roma en enero de 1870 y tuve al mes siguiente carta del Gobernador de mi didcesis,