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83 atravesando: el Vicario de Cristo esta cautivo; hay ve- nerables Obispos reducidos 4 prision por facciones re— volucionarias, que los acusan de enemigos de la patria porque no quieren tomar parte en sus obras inicuas; los hay encausados y condenados 4 destierro por ense— jiar la doctrina catdélica; los hay calumniados y ultra— jados por sostener los derechos divinos de la Iglesia. Hoy mas que nunca se pueden dirigir 4 cada Obispo aquellas palabras que San Gregorio de Nacianzo dirigia 4Bulalio al ser consagrado Obispo: «Si subes, le decia, al trono de la herencia en medio de tentaciones y obs— taculos, no hay motivo para- que esto te sorprenda. Ninguna cosa grande-se consigue sino es entre ansie- dades y pruebas. La misma naturaleza de las cosas te ensefia quelo de poco valer se alcanza con facilidad, pero que las cosas escelsas y sublimes no se obtienen sino con gran dificultad y estudio. Bien has oido decir 4 San Pablo que es necgsario que entremos en el reino de los cielos por medio de muchas tribulaciones (1). Tu, por tanto, tienes. que decir: «Hemos pasado por »agua y fuego, y nos has traido 4 refrigerio (2).» «jOh »milagro insigne! Por la tarde hubo llanto prolonga- »do, y en la mafiana alegria (3).» Deja, pues, que los que te hacen la guerra pasen el tiempo en inepcias y bagatelas, y que levanten el grito como gozquecillos que aullan en vano. Y ti no pienses sino en ensefiar 4 adorar 4 Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espiritu Santo. Busca lo que perecié, fortifica al débil y conserva en su vigor al que es bueno (4).» Si en todos los tiempos de la vida es necesario orar , y no cesar de orar, como nos ensefia el Salva— 1) Act., cap, xiv, vers. 2. 2) Ps. xrv, vers. 12. 3) Ps. xxix, vers. 6. 4) Gregor. Naz.: Orat. 13 in consecrat, Eulalii, Doarens. Ep.