BCCPAM0001173-3-0400000000000
72. vosotos, se habian derramiado impresos infamatorios, en los cuales vuestro Obispo eta denunciado como un ladron piblico. Hubo libelo, en” ‘el cual se afirmaba jhorror causa él decirlo! que vuestro Obispo 1habia con— tratado’' la mitra de la Habana con el Padre Santo en 120,000 pesos, de los cuales habia pagado 60,000 al contado; y que debiendo pagar en un plazo |séfialado los afro’ 60,000; estaba robando los fondos de cofradias, de misas, de cementerios, y cuanto podia (1). En otro se’ afirmaba que, “habiondo’ o dejado una sefiora devota 250,000 pesos para hacer una iglesia en ‘Matanzas, otra en Bainoa y la del Santo Angel en esta ciudad, a Obis- Po se los habia apropiado todos (2). —_— foe libelos recorrian la tierra, y se repetian por , las cosas que ‘contenian. Eran absurdos; one 4 fuerza de repetirse, ane presentaban. ya algun vislumbre para dar motivo 4 qué se sospechase, que qui- zis podria ser verdad lo que se decia con insistencia de vuestro Obispo? Y con estos antecedentes, “gn6 fue muy natural y muy obvio que el Gobierno creyese que era verdad lo que se le avisaba de lejos, diciéndole que el Obispo de la Habana se llevaba un gran caudal que no era suyo, y que lo levaba para invertirlo en objetos muy distintos de su empleo :natural? Poco encuentro yo en eso que merezea mii reprobacion, nilo encontraré quien ponga en la balanza dela razon los deberes de qui tiene la alta vigilancia, y esta obligado 4 cuidar de que én la sociedad, cuyos destinos temporales rige, no se cometan injusticias, ni haya depredaciones pala dinas 6 fraudulentas. — Ademas, el Gobierno no sabia que, lejos de ser ver- dad cuanto se propalaba * ‘libelistas y no libelistas, F Libelo publicado en 1867. Apéndice segundo.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz