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‘67 Pues bien’, mis amados hijos y hermanos | habiendo en- viado'al'corfeo todas las cartas, por dos ‘veces mere traje de enviar esa en la ‘consideracion de ‘que ténia tiempo de hacerlo desde Gibraltar. En esa idea coloqué ambas instrucciones’en mi’ carpeta, y por consiguiente cuando al dia siguiente fai detenido, cayeron los dos documentos‘en manos del gobernador de Cadiz. Fué- -ronse leyendo em presencia mia cuantos manuscritose me encontraron : abriose la carpeta, y al empezar’el © notario piblico la lectura de mis instrucciones al Go~ bernador diocesano, protesté contra esa lectura por ser ‘contra el derecho que tengo de gobernar mi obispado: se accodié & mi protesta ; quedando los citcunstantes' en la ignoran¢ia del ¢ontenido, y se cerraron ‘y sellaron ambas carta’ para que a Gobicend dela nacion tas abriese, 4 lo que accedi sin | repugnancia, apt ‘enel acto mismo los juicios de Dids. Bien comprendeis que ese documento era un ment{s piblico y solemne dado 4 la calumnia : si el Gobierno hubiese leido 4 doce de noviembre lo que ‘leyé quince dias mas tarde, es seguro que mi detencion y arresto no se hubieran prolongado;* pues asf como vid despues que mis escritos se reducian 4 asuntos diocesanos , & ¢0- municaciones con el Gobierno, 4 cartas enviadas al Pa- dre Santo, 4 representaciones 4 la autoridad suprema de la nacion, asi hubiera visto, no solo que yo no lle- vaba mas diners que lo preciso para mis gastos en tan dilatado viaje, sino que quedaban integros ‘en la°Ha- bana cuantos fondos administro, y que cumplia con mi obligacion pastoral de aconsejar la paz y Ja concordia. El gobierno vid todo eso mas tarde, y devolviéndome mis papeles, escepto esos documentos, que reseryé, me participé que estaba encoe libertad (1). Pre {1) Apéndice primero.