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65 tura se vendia por las calles de esta ciudad: vosotros pudisteis.leer las noticias que publicaban ciertos érga- _ nos asalariados para hacerlo, en las cuales se .afirmaba, — sin rastro alguno.de pudor, que se me habian encon= trado centenares de miles de pesos que yo llevaba para diferentes fines, y muchos papeles subversivos contra el Gobierno de la nacion. Pero no lo juzgé asi el mismo Gobierno; que por sus propios ojos vid. y examiné Jas cosas, y tuvo en su poder documentos firmados de. mi mano, en los cuales decia 4 mi Gobernador diocesano cual era el género de conducta que habia de observar en sus relaciones con el Gobierno, y le inculcaba la be- nignidad y compasion. hacia.los hermanos que se estra- viasen. t : ite _ Cosas de Dios, nuestros muy amados hijos! ; Cosas de Dios! Cosas de Dios parecen, en efecto, ciertas coin— cidencias, de las cuales solemos nosotros decir, en nues- tro lenguaje humano ; qué casualidad! Pero Dios ve la red que el.enemigo fabrica para enredar en ella al que escoge para Victima de su malicia, y hace que se le ol- — vide un hilo, 6 prepara el. viento ligero que la ha de ets — ve esfsec FEN: ‘ o P la Habana desembarcando en Cadiz con un saco 4 la espalda, que dice: Cien mil pesos: en este salié con la misma fecha la misma caricatura, leyando el saco de 100,000 pesos debajo del brazo izquierdo, y echin- dole mano por detras una mano enorme, teniendo pintado en lonta- nenza el penon de Gibraltar, y debajo un rétulo que dice: Dice el re- ran que por todas partes se va d Roma. Ahora, por tanto, que ha o el momento de hablar, dice 4 todo el mundo el Obispo de la Ha que todo el dinero que llevaba eran cuatro mil duros; y no traia mas, porque precisamente el 1] de octubre, habiéndosele pre- sentado un vecino muy honrado de la Habana y padre de una familia numerosa, y dichole que se encontraba en una afliccion estrema per- que los usureros le iban 4 confiscar todas sus casas, y suplicddole que le sacase de aquel apuro dandole, en calidad de préstamo, siquiera seis mil duros, le contest6 el Obispo que no podia darle todo eso, pero que partiria con él lo que tenia, como si fuese su hermano, y le did cuatro mil. El que esto escribe tiene en su poder el documento fehaciente: no nombraré4 el sugeto; pero ya que tantos han sido los atrevimientos, habla, y habla 4 la faz del mundo, diciendo con San ' Pablo: Factus sum eres : vos me ones «Me he hecho impru- dente; vosotros me obligisteis 4 ello.» (II Cor. , cap. x11, vers, 11.) / v '
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