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56 con precision las circunstancias que concurren, para que queden despejados y didfanos como 1a luz ciertos hori- zontes, que parecian por su oscuridad prefiados de tem- pestades, de los cuales puede decirse lo que uno de los amigos de Job decia 4 este pacientes Te aparecerd por la tarde un yesplandor como de medio diay y cuando creas que estas acabado , mpacerss brillante como el hucero (1). ° 2 Mads ‘ No os ofendais, mis batsislod Laartceanes; de que os re ~ firamos historias ‘pasadas, en las.cuales ninguno de vos- otros tomé parte; os digo que no os ofendais, porque el solo relato ofende los oidos del simplemente hombre ho- nesto: jendnto mas conmovera el corazon recto del _ ‘sacerdote? Os hablo como el padre que refiere sencilla= mente 4 sus hijos la historia de sus aventuras en un viaje largo yazaroso: el cual, como habla en el seno de su familia , no busta rodeds de retérica: para describir 1os peligros que ha corrido; y asi lo hago yo hoy tam- bien, al saludaros despues de un viaje dilatado. — ~ Dos veces he salido de esta para visitar la Ciudad Santa; una, por prestar homenage obsequioso 4 nuestro Santisimo Paiire y llevarle vuestras oblaciones; otra, por obediencia 4 su llamamiento para cumplir con el juramento que presté el dia en a fat consagrado Obispo, pues una de sus’ clausulasdices’ Juro que al ser Yamado & Concilio obedeceré, si no estuviere impedi— do (2). No recuerdo haber tenido jamés tanta alegria de espiritu como esa vez; y por cierto tenia motivos para ello, y hasta para envanecerme , aunque no por mi, sino por vosotros. Llevaba yo en el seno de mi corazon una gloria, que no era mia, sino vuestra, «pues era el portador de un testimonio de: amor — om Vv i Job,cap. xt, vers, 17. (2 Pontific. hom. de consurat. elect. in Ep.