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133 . cada uno-dos’6 tres Jadrillos, y siempre'rézando en alta voz. El Gobernador iba en su borriquille, y traia ocho-6 doce ladrillos. *Y» otro tanto se hacia eae Lage are ined arena. y otras. cosas. rf . Digan lo que quierain los hombres: fle hoy dia, sail lhadipeos aun producia liéroes; pero la de hoy, que no ve'sino derribar templos magnificds, no puede apreciar lo que valian nuesttos )padres, ; Tan cierto es: que un pigmeo no puedetomar medidas a tin gigante! Al six guiente'dia dé haberse leido mi Carta al pueblo; se pre+ sentaron dos sefloras con sus! hijas y sus eriadas, ‘y em= pezaron 4 sacar escombros:y basuras ; al ‘siguiente se _ triplicaron, ‘y:al cuarto dia-era tal el niimero. de setio~ ras que acudian al-trabajo:desde las cuatré dela tarde en adelante, que parecia aquello un hormiguero, donde cada hormiga llevaba su grano. Los maridos empezaron al poco 4 seguir el ejemplo de sus'esposas 6 hijas, y jcosa adntirable! aquellos fieles, muchos de los cuales eran’ hombres que poseian criados:sin numero, y que nunca manejaron un solo instrumento dé agricultura, serdespojaban de su frac; tomaban ‘un pico 6 un‘ aza- don, y ¢avaban escombros, para que sus hijas los saca~ sen fuera del trea del! templo. Y el caso es que entre las selioras, sus hijas y sus eriadas, y entre los muchos hom- bres que lds ayudaban, 6] silo estuvo-limpio én mes ¥ medio, quedando:elterreno despejado pata cuando -yo lease & la Santa Visitay'y iejecutando un: trabajo que fue avaluado por peritos:én ainds cinco mil duros.) 0 Este thismo:éspectaculo'se renové 4. los: pocos dine ‘de haber yo abierto en:7 de enero de 1867;la Santa Vi- sita; Para empezar Jas obras hubo que derribar Ja pared dontle debia estar elaltar, malyor,:pues-era por alli don- dé se*habia de dar protongacion al templo, haciendo lo mismo con las coluninas,; que apenas tenian cuatro va- rasde altira.'No pudever Jo que’ pasaba: sin que: las.