BCCPAM0001173-3-0400000000000

* 116 ba, y la autoridad ha rechazado al de la Habana. 4Puede, por lo tanto, haber Obispo en.Ja Habana? Responderemos mas tarde con gran amplitud 4 esta pregunta, cuando demos 4 luz, con la gracia de Dios, un tratado que pensamos escribir sobre el patronato de los Reyes de Espafia en las iglesias de la India... —_——. - h, APENDICE TERCERO. LAS IGLESIAS: Y LOS FIELES. No quisiéramos que ni una sola frase de lo que es— cribimos redundase en alabanza propia, por no caer si- quiera en lo vicioso de semejantes locuciones; pero tam- poco queremos omitir lo que redunda en alabanza de otro, si este la merece. En este Apendice tenemos. que poner de resalte acciones buenas, y h sta algunas que tienen un,tinte de estraordinarias, y cuya relacion, por consiguiente, es una alabanza de quien las ejecuté. No queremos que se diga que acusamos a nadie, pues don- de hay vicio 6 eriminalidad omitimos nombres; y tam- bien callamos muchos que pudiéramos estainpar, para que no aparezca la lisonja, siquiera fuera en disfraz de colorines, al describir acciones dignas de elogio, .4.,,... En punto 4 iglesias, hay que decir que en. Cuba se ha hecho poco: asi como.en Méjico la Espaiia ha dejado monumentos admirables de su fe catdlica en las cate- drales y basilicas que edificé alli; en la gran Antilla no se encuentra uno solo que anuncie que esta alli el gran pueblo que ha hecho siempre que marchasen en sus‘em- presas 4 la par las grandezas guerreras con las grande- zas catdlicas. Y no hay que estraiiar esto: en aquel y en otros continentes americanos, la Espafia encontré rios de oro en tiempos de mucha piedad; pero entonces la isla de Cuba era mirada como un objeto de poca im-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz