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28 EJERCICIOS ESPIRITUALES. ¡Cuántas veces piensan que están al lado de. un modelo de virtud, y se encuentran cuando menos lo pensaban en los brazos del pecado! ¡Cuántas veces se fian de un amigo que jura serles fiel, y hallan un traidor que los vende en la ocasion mas apurada! ¡Cuántas veces pres- tan de buena fé, y tropiezan con un tramposo que los engaña! ¡Cuántas concurren á una diversion que se figuraban inocente, y- hallan en ella la muerte del alma! ¡Ay Dios, y cuál está el mundo! Es menester confesarlo, venerables Religiosas, con la divina Escri- tura: Zotus mundus in maligno positus est: todo el mundo está lleno de malignidad , toda la tierra se mira tristemente repleta de innumerables peligros de ofender á Dios. ¡Oh qué gracia tan apreciable para vuestras al- mas! ¡Qué beneficio es tan digno de vuestros mas pro- fundos agradecimientos el haberos sacado de tantos pe- ligros! Pues añadid á la ceguedad del mundo, y á los peli- gros del mundo los cuidados, los pesares, las inquietu- des, y los tormentos del mundo. ¡Oh Dios inmortal, y qué vista tan funesta! Si mirais á los mundanos por el esterior y por las apariencias que por defuera demues- tran, los tendreis por unos hombres felices. ¡Qué galas! ¡Qué muebles ! ¡Qué diversiones! ¡Qué placeres! Nada al parecer les falta para vivir contentos sobre la tierra: pero ya os he dicho que no os detengais en la superficie, ni en las exterioridades de las cosas: pasad al fondo, registrad el interior, examinad la sustancia de ellas. ¿Qué percibís? ¡Oh qué trasformaciones tan asombrosas! Toda aquella pomposa decoracion se desvanece, se des- cubre lo interior del teatro, y aparecen unos hombres miserables. Separados muchos padres de sus hijos: no pocos de estos mal avenidos con sus padres: mujeres ausentes de sus maridos: maridos tratando con desdén ó crueldad á sus mujeres: hermanos, parientes, vecinos, enemistados con sus vecinos, sus parientes y sus her- manos : amos gimiendo por la insolencia de sus criados: