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DIA NOVENO 333 su justificacion, El tiempo se la habia.dado para obrar la virtud y apartarse de los vicios: el tiempo se la habia concedido para cumplir las obligaciones de Religiosa: los medios, las ilustraciones y las gracias se la habian con- cedido en abundancia: San Pablo la habia amonestado para que aprovechase ol tiempo que se le. habia conce- dido, obrando lo bueno: San Juan la habia dicho que de no hacerlo así en breve vendria un tiempo en que se le dijese: ya no hay mas tiempo: Jesucristo, el mismo Jesu cristo clamaba en su-Evangelio, que la noche se acerca, que la::noche de la.muerte viene en que nadie puede trabajar en el asunto de su eterna salvacion. Sorda:á.vo- ces tan divinas en la vida, ahora las oye en la muerte, cuando ya no puede asistir con devocion al coro, oir mi- sas.con atencion, confesar con sosiego sus pecados, fre- cuentar la adorable Eucaristía, entregarse con valor á los saludables. rigores de! la santa penitencia y enmendar con ella los desórdenes de su mala: conducta. ¡Dios in- mortal! y como se la representarán á una alma tan: des- graciada estas terribles palabras de David que tantas ve- ces habia sin reflexion pronunciado: Circundederunt me dolores mortis, ef pericula. inferni invenerunt me: los dolores de la muerte me rodean, y el peligro del infierno atormenta y atribula:mi alma. ¿A dónde podré volverme para consolarme? Se:acabó para mí todo lo sensible y ter- reno: «se: acabó el engaño é ilusion de mi espíritu, se acabó mi tiempo. ¡Oh qué grande es mi tribulacion! Pude practicar las virtudes, y no las ejercité: pude abstenerme de los vicios, y los cometí: pude confesar mis pecados, y los calló: pude ser pobre de espíritu, pude ser casta y obediente: pude ser modesta y humilde, y nolo fuí: ¡ln quantam tribulationem deven:! Ahora me acuerdo de las horas empleadas en la ociosidad, en las conversaciones sin provecho y en la maligna murmuracion. Ahora me acuerdo de los pecados cometidos en la celda, en las:ofi- cinas, en. las rejas y hasta: en el mismo confesonario. Tantos malos pensamientos consentidos, tantas ocasiones