BCCPAM0001138-1-2900000000000

300 EJERCICIOS ESPIRITUALES. se ocupan en trabajos recios y de grande fatiga? ¡Qué ás- peras! ¡Qué duras! ¡Qué fuertes se han puesto con el frio, con el calor, con la pesantéz y ludimiento contínuo del arado, de la hazada, del martillo, de la garlopa, y de los demás instrumentos que manejan! En el principio eran sus manos como las de los niños delicados y tiernos; la frecuencia del trabajo las endureció despues. A este pro- pósito, decia San Pablo, yo cuando niño obraba como niño, ahora que soy hombre debo pensar, hablary obrar como tal. Parece que la gracia sigue en estos pasos los de la naturaleza. A los niños se les dan alimentos suaves y tiernos: á los muchachos y jóvenes robustos el pan duro y con corteza, y las viandas fuertes. Tal parece el estado de una alma con el amor pro/iciente: estado poco fecundo de consuelos sensibles; pero muy provisto de gra- cias espirituales: poca apariencia y mucho interior: tan- tos y tan admirables misterios como en ella se encierran: la divinidad y humanidad de aquel hombre Dios: la atro- cidad de las penas que padece: la pequeñéz y vileza de las criaturas por quienes padece, nuestro olvido, nuestra mala correspondencia y nuestra negra ingratitud á sus grandes misericordias: éstas y otras .consideraciones, como del fin para que Dios nos crió, de los medios para conseguirle de que nos ha provisto, y del mal uso que hacemos de estas gracias, humillan el alma, fortifican el alma, robustecen el alma, para que con frecuentes y casi contínuas jaculatorias, crea, espere, ame, obedezca, se conforme, desee, suspire, tema y trabaje como sin suel- do, digámoslo así, porque el Señor para probar su fideli- dad permite las tentaciones mas terribles, los desconsue= los mas tristes, las contradicciones de las criaturas al pa- recer mas injustas , los dolores mas vivos, las enfermeda- des mas raras, los tedios, los disgustos, y las mas tristes amarguras. Esto es lo que yo llamo comer el pan duro y con corteza: ésto es lo que San Pablo nos queria dará en- tender, cuando decia: /'vacuavi que erant parvuli; se acabaron la papilla, la leche, y los alimentos suaves de