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” PLÁTICA PREPARATORIA. J) dades establecidas en vuestra comunidad, os las represen- ta duras, enojosas, y como intolerables. Esta tibieza de- bilita las fuerzas de vuestro espíritu, y á las que acom- pañadas del santo fervor y deseo ardi nte de agradar á Dios, vivíais alegres en algun tiempo, y deseábais refor- mar las menores faltas de la mas rígida observancia, ya hoy os incomodan las preladas que con teson la procu= ran, ya hoy os concedeis ciertos ensanches en el silencio, en el uso de las cosas, en la asistencia de los actos de comunidad, y en el ejercicio de la humildad y en las demás virtudes: ya hoy reparais poco en aquellas peque- ñas faltas que entónces mirábais mucho; y aunque estais como paradas, como detenidas en el camino de la virtud, no os causa susto este estado triste, porque la tibieza os domina, y hallándoos con ella al borde del precipicio noos deja ver vuestro peligro, y cuando debeis temer que Dios os arroje de sí, os persuadis que estais seguras en su amistad. No penseis que esta mi proposicion es poco conforme á la verdad porque no veis en vuestro corazon culpas muy graves y abultadas: sabed que éstas acaso 08 serian menos funestas que vuestra lamentable tibieza. Su misma gravedad, su mismo horror, moveria con fuerza vuestro espíritu á aborrecerlas y detestarlas, y saldríais de ellas por la gracia de Jesucristo, y la virtud de sus Sacramentos, con un provechoso escarmiento y extraor- dinario fervor; cuando.con ésta tibieza de espíritu os odormeceis, no dais un paso firme en el camino espiri- tual, ni salís jamás de vuestra funestísima situacion. Pero de cualquier suerte que esto sea, ello es del todo cierto lo que os dije poco há, y lo vais á oir con espanto verificado en el Obispo de Laodicea. Escríbele San Juan Evangelista de parte de Dios estas notables palabras: «Yo conuzco tus obras, y veo por ellas, que ni estás frio »por el pecado grave, ni te hallas fervoroso por la virtud »heróica: menos malo te fuera ser uno ú otro; pero por- »que no eres sino un flojo, un perezoso, un tibio, te em- »pezaré á vomitar de mi boca.» ¿Lo habeis oido, venera- 2