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156 EJERCICIOS ESPIRITUALES, hará fastidiosos 6 insufribles. Pauper odiosus est (b. Bien lo conocen los pobres de quienes vamos hablando, y por esta causa ¿de cuántos artificios se valen para ocul- tar su pobreza ?.Kllos aparentan abundancias en su casa, ellos repiten cien veces cada dia el floreciente estado de sus mayores, ellos se alaban de los caudales que mane- jaron en algun tiempo; pero 4 pesar de todos sus artifi- cios, faciem ejus precedit egestas (2), dice la divina Escritura: la desnudéz de su mesa, lo extenuado de su semblante, la amarilléz y tristeza de su mujer y sus hi- jos, el desaliño desus equipages, la multitud de sus den- das, descubren sus atrasos y demuestran su miserable situacion. Por e) contrario en los pobres de Jesucristo. La renuncia voluntaria de todos los bienes de la tierra es una accion tan heróica que hasta sus mayores enemigos se, ven precisados á alabarlos por la grandeza del corazon quo la efectua, por la conformidad que dice al Evangelio de Jesucristo, yy por los innumerables cuidados de que saca al que la observa. Y ved ahí un pobre ilustre y ve- nerable: un pobre que imita al riquísimo Dios que por nosotros practicó la evangélica pobreza, y la mandó á sus discípulos : que nació pobre en un establo, vivió po- bre sin tener donde reclinar la cabeza, y murió desnudo y pobrísimo en una cruz. ¡Qué gloria la de un pobre evangélico! Léjos de avergonzarse de su suerte, hace pública y solemne profesion de su observancia, “y sobre- puesto su espíritu á los envenenados tiros de la avaricia, á quien sirve la mayor parte do los mortales, ellos gozan la. verdadera libertad de los que tienen el espíritu de Dios, y por un estupendo prodigio de la divina gracia, solamente se ocultan, sé averguenzan, y se hacen des- preciables cuando faltan al voto de la santa pobreza que profesaron. o (1) Prov. e, 14. y. 20. (2) Job. 41, y, 13,

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