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c·er sa;~íficios esppntáneos, y a ac~ptar>VQ1únta 0 rianiente todas las penas:que el Seííor.les mandare, en •' ri!paración de tantos 'pecados que ofenden a l¡t Majes: tad de Dios ¡¡ al Corazó11ilnmaculado de ._Maria. En la " tercera.Aparición -les 4ncutcó ·de nuevo: «Sacrificaos por lós pecadores g decid con frecuencia, pero en especial cuando _hagáis - cualquier sacrificio: •Oh Jesµs, es por vuestro amor, por la conver– sión de los pecadores, g en reparación de las injurias cómetidas ·contra el I timaculado Cora-. zón de Maria». i También el 19 de •agosto continuó exhortándolos a la práctica de la. oración y de la mortificación, y con– cluyó: «Rogad, rogad muchÍ, g haced sacrificios por los pecadores .. Fijaos que· muchas, muchas almás van al infierno p@rq,ue no hag quien se sacrifique g ruegue por. ellas•. Oración y sacrlllclos, he ahí cuánto. la Virgen pide para una reparación elizaz. En cuanto a la oración, comprendieron inmedi~lame~te los tres niños lo que de– bían hacer y llegaron a ser los amigps apasienados del Santo Rosado; pero en cua~to a los. sacrificios, se pre– quntaban el uno al otro; ¿Cómo lo haremos? ¿Qué quie– re de.cir ha¡;:er sacrificios? Mas bien pronto vino la_ luz a iluminar sus almas inocentes, y se transformaron en po– co- tiempo .. en pequefio~ h,éroes ·por e) deseo insaciable de penitencia¡-p~r l!is industrias continuas para hallar modos de mortificar .el gusto, el hambre y la sed, su carne; por la generosidad en soportar tantos dolores de las enfermedades que el Seiipr les envió, y por el.fin pu- ,140 -