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~ mes al Señor, - pues ha obrádo ea , noso.tros grandes cosas,, - _celebremos ágradecidos s.uSanto Nombre. Como María de,spués de la Encarnación, - ensalcemos al Señor, ....,.. pues ha obrado en. nosotros grandes cos.as, - celebremos agrade– cidos su Santo Nombre. 3.º)'-Propic:iación ¡Señor 'nuestro Jesucristo!·-'- estás realmente presente en nósbtros. - Tú eres la Santidad misma. Al contem– plarte, los más· encendidos S~ralines siéntense·tibios an-' te tu amor, ·y los Querubines más brillantes· se sobre– cogen ofusca.dos por el esplendor. ¡Pob~es almas las _nuestras! - JCuánto distan en pu– reza y santidad, de lo que debieran ser..., de lo que Tú quleres"1ue seanl • • Purillcalas, Señor, tu Sacramento, y tu presencia real en ellas. - Diles una palabra de perdón, que las redima de sus faltas, - una palabra de amor, que purifique sus defectos, - palabras de vida eterna que les infun– dan .energías divinas. «Apiádate de nosotros, Señor; apiádate •de nos~ otros, -,- puéis en Ti confían nuestras almas.»· (Salmo LVI). •• •Apiádate de • nosotros, Señor; apiádate de nosotros. - pueft en Ti confían nuestras al– mas». (Salmo LVI). 4. 0 )-lmpe~rac:i6n_ ¡S~~or nuestro Jesucristo! - estás realm~nte presen- 104 -