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La Santa Sede conceqió por este acto: 1. 0 A los sace,rdotes el altar privilegiado cotidiano. 2. 0 A todos los fieles, indulgencia plena. ria aplicable a sólo los difuntos, cada vez que comulguen y cada lunes oyendo misa por ellos. En ambos casos hay que visitar una Iglesia y rogar según las intenciones del Romano Pontífice. 3. 0 A :os que no ,pudieran comulgar, el con. fesor autorizado para ello por el Ordi– nario, puede conmutársela en otra obra piadosa. · Se •advierte que para hacer ese acto heroico de cari– dad · por las ·aimas, no es necesario pronunciar palabras; basta que · se haga con el corazón , ni es preciso re))e• tirio muchas veces. En nada se opone este acto al orden de la caridEd, que nos obliga a pedir primero por nuestros parien:es difuntos, por los hermanos de las cofradlas a que perte– necemos, etcétera ; puesto qu"e una cosa es pedir, a lo cual pertenece el fruto impetratorio, de que aqul se trata, y otra el sufragar, a lo cual pertenece el frt:to satisfactorio: y si bien es cierto que la caridad también nos pide q·.1e ofrezcamos nuestros sufragios en primer lu– gar por nuestros :rhás allegados, esto no obsta.nte,. María Santísima conoce mejor que nosotros cuáles son nuest:-os deberes, y distribuirá nuestras buenas obras entre nuest:-os pariente·s, amigos, etc,, según el beneplácito divino. Por consiguiente, podemos practicar todas la . oraciones aco·s– tumbradas, dirigidas a -obtener de Dios, de la Virgen Sa.n– tísima y de los Santos cualquier gracia, pues esto no se opone a dicho acto, por el cual sólo se apllca a las benditas almas el fruto satisfactorio, de nuestras ·obras, ,,. quedando en nosotros siempre el merito,-io, el ·propkia- torio y el impetrato?-io, .cuyos frútos son personales Y no· podemos comuilicarlos·· a otros. • • 221